Capitulo 19

129 11 0
                                    

- ¿Por el principio? - sonrió Lucia, animándola-.

- Estaba tan guapa. En serio, cuando la vi me dio un vuelco al corazón, no sé si más del pánico o de que casi me caigo de culo de lo impresionante que iba, te lo juro. Sigue siendo la persona más guapa de todo el pais.

- Madre mía - se llevó Lucy las manos a la cara ante la exagerada afirmación de la ojiverde-.

Lauren relató en un discurso por momentos surrealista, angustioso y bastante melancólico, la velada con Camila. Lucia escuchaba atenta, haciéndole ver en todo momento su apoyo y prestando su hombro, un apretón de mano, o lo que hiciera falta, en las partes del relato que más habían afectado a la ojiverde.

- Me dijo que para ella ya era demasiado tarde.

- ¿Y tú que le dijiste?

- Nada.

- ¿Cómo que nada?

- Pues nada, lo acepté. ¿Qué querías que le dijera? Está en su derecho de no querer retomar nada conmigo. La entiendo.

- Ya, pero si ni siquiera le cuestionas la decisión, pensará que a ti ya te va bien así.

- Bueno, es que en parte sí. ¿Tú has visto su vida y has visto la mía? ¿Me explicas que puede ofrecerle una abogada amargada a una artista libre y feliz a quién le rompió el corazón?

- Pues tu verdadero yo. Y no solo a ella, estaría bien que pudieras ofrecernos a todos a la Lauren que vive dormida dentro de ti. Déjala salir, amiga. No por Camila ni por nadie, por ti.

- La verdad es que he estado pensando en eso - confesó la ojiverde, causando una enorme sonrisa en su amiga-.

- ¿De verdad? ¿En qué sentido?

- En el de perdonarme a mí misma. Quiero dejar de pensar que no me merezco las cosas, dejar de castigarme y luego lamentarme como si la culpable de todo esto no fuera yo misma y las limitaciones que me pongo. Camila me perdona ¿no? Entonces, yo ya no tengo excusa para no hacerlo también.

- No sabes cuánto tiempo llevo deseando escuchar esto, Lau - susurró Lucy, acariciando la mano de Lauren con cariño-.

- Necesito un cambio, libertad, aire fresco, no sé. ¿Alguna idea?

- Manda a la mierda el bufete, por favor.

- Bueno, no te vengas tan emocionemos tampoco. Tengo una hija a la que alimentar y pagarle la universidad o lo que quiera. No puedo permitírmelo.

- Vale. ¿Y colaborar con Brad y Connor en alguno de sus proyectos? Eso es artístico, te gusta y puede ser un principio de algo. Componer música para sus cortos, pedirles algún contacto... No sé, empezar a moverte en ese mundo.

- Hablaré con él. Igual no para trabajar directamente juntos porque no sé cómo puede salir pero... ¡Ay, Lucy! No sé ni a dónde quiero llegar con esto, pero me muero de ilusión solo con la idea de probar - dijo Lauren con un puchero adorable-.

- ¡Y yo por ti, Lau! Ya que estamos lanzadas, podrías plantearte también enseñarle al mundo tus canciones ¿no? Hay mil bares en New York para gente con talento como tú.

- Bueno, eso ya veremos - la frenó Lauren-.

- Vale, tú a tu ritmo. Sin agobios - suavizó Lucy, pero vio cómo Lauren se había quedado en su mundo y no con buena cara precisamente-. ¿Qué pasa?

- ¿Crees que se me está yendo la cabeza? ¿Que no tengo edad para estas cosas? Dime la verdad.

- Ay, Lau. Claro que no. Es lo más sensato que has dicho en los últimos veinte años. No hay edad para perseguir tus sueños. Madre mía, hoy parezco Mr Wonderful - rio lucy-.

- ¿Sabes? Creo que no me vendría mal un poquito de ayuda profesional en todo esto. Sé que voy a ser mi peor enemiga en cada paso que me atreva a dar, así que voy a mirar algún psicólogo.

- Me parece genial. Estoy muy orgullosa, Lauren, en serio.

- Bueno, todavía no he hecho nada. Quién te dice que no es este vino el que me hace valiente aquí y ahora...

- Esto es un punto de inflexión, estoy segura. ¡Dios! Quiero ponerles un altar a Camila y a tu hija, que me han devuelto a mi Lau - la abrazó con cariño-.

- Exagerada.

- Le tienes que contar todo esto a Karla, ¿eh? La vas a hacer la chica más feliz del mundo.

- Le he echado la bronca de su vida por meterse y causar todo esto, Lucy. ¿No crees que es un poco contradictorio?

- Lo hizo con buena intención. Solo quiere que seas feliz.

- Lo sé. A ver cómo hago para darle las gracias sin que se le suba a la cabeza y se piense que hizo bien...

- Oye, ¿y en serio que no vas a hacer nada con Camila? ¿Después de todo lo que vivisteis, de todos estos años sin olvidarla? ¿Ya está?

- De momento, no quiero hacer nada. Voy a hacerle caso y respetar su decisión. Si más adelante me siento más preparada o más valiente o lo que sea, ya veremos. En todo caso, si algo tengo claro es que la Lauren de ahora no es la que me gustaría ofrecerle.

Karla MichellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora