Capitulo 3

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Tras escuchar esas palabras, Lauren se levantó de la mesa y salió a fumarse un cigarro.

Karla no sabía cómo reaccionar frente a la discusión de aquellas dos, que a sus ojos eran como hermanas. Ante la tensión, se levantó para recoger la mesa. Lucy también lo hizo.

- Se le pasará -suavizó Lucy-. Siento que hayas tenido que escuchar la discusión, quizás no debí de haberme entrometido.

-¿ Crees que mi Madre esta amargada? -preguntó.

- ¿Que? ¡no! -desmintió Lucy-. Ha sido el calentón del momento, no quería decir eso....

- ¿ Tu sabes quien es Camila? -preguntó directamente y a Lucy se le resbala uno de los platos que llevaba ha la cocina.

-Eh... Voy.... Voy a recoger esto titubeó la amiga de su madre y desapareció a buscar una escoba.

Cuando uno limpiado todos los cristales, Karla repitió la misma pregunta de la discordia.

- Lucy ¿Quien es Camila?

- Eh... Yo.... No sé.... -carraspeó-. No conozco a ninguna Camila.

- Por favor -rogó-. He encontrado una libreta de canciones para ella que tiene mi madre escondida. ¿Quien es? -insistió-.

- Nadie -le evitó la mirada- Pregúntale a tu madre cariño.

-¿ Tiene que ver con el verano en Miami? ¿Lo que le dijiste antes, que enfado a Mamá?

- No.

- Lucy mírame-pidió y ella obedeció encontrándose con unos ojos suplicantes-. Desde que tengo uso de razón solo he misto a Mamá feliz por mis cosas. Ni con papá ni todo este tiempo que lleva sola, no se ha ilusionado o enamorado de nadie. No sé de qué se trata pero, sé que tú tanto como yo quieres que sea feliz.

-Karl...

- No. Déjame hablar. Tu siempre se lo dices, que viva su vida. Dame algo que pueda averiguar, por favor, solo quiero intentarlo - rogó con lágrimas en sus honores pero se resistía en dejarlas correr libres-.

- Se llama Camila Cabello.

- ¿ Fue. Obvia de mamá? ¿Estuvieron juntas? -quiso saber más-.

- Ya te he dicho más de lo que debería, cariño. Eso no me corresponde responderlo a mí.

Lucy desapareció del salón y se dirigió al patio donde estaba Lauren donde fumaba su tercer cigarrillo, dispuesta a hacer las pases con su amiga.

- Lo siento no debí meterme -esas palabras hicieron que se girara para mirarla-.

- Yo también me pasé. No quería gritarte. Sacaste
ese tema y no me puede controlar.

- Ya, no entiendo porque te pones así la verdad. No es para tanto y han pasado muchos años.

- No me apetece hablar de eso -advirtió.

- Ay... está bien no quiero discutir más contigo por hoy -se acercó y le dejo un beso en su mejilla-. Pero deberías dejar que tu hija tenga un verano a la altura de lo mejor de los tuyo, Lau.

- Lo pensaré.

Camila Cabello. Camila Cabello. Camila Cabello

Karla no podía creer que Lucy le proporcionara un apellido, algo con lo que empezar a investigar.

Al poner el nombre en el buscador de internet salían bastantes resultados. No sabía a quien buscaba, seguramente a alguien de la edad de su madre, posiblemente de Miami como ella, ya que ahí fue el verano en una de sus playas.

Definitivamente, la anécdota que había sacado a relucir Lucy encendió automáticamente la mecha de su madre, cosa que no solía pasar ya que solía ser bastante tranquila. Podría ser alguna pista.

Tras varias búsquedas en distintas redes sociales y una gran cantidad de perfiles descartados, hasta que creyó haber encontrado a la correcta.

37 años, uno más que su madre. Nacida en cuba y vivía en Miami, y muy guapa, esas fueron las primera conclusiones que pudo sacar Karla.

Era Artista, Concretamente Pintaba, lo cual al parecer había confinado con dar clases de artes en distintas universidades.

Por lo que veía en su activo perfil de Instagram, había vivido en varias ciudades en los últimos años: Paris, Berlín, Londres y Ámsterdam entre otras. En todas ellas había expuesto sus obras en distintas galerías y recibido uno que otro premio.

Pese a que no era un nombre especial mente destacado en el mundo del arte, a Karla le pareció que esa mujer realmente se las había apañado para vivir de lo que le gustaba. Y en su opinión tenía verdadero talento.

Karla no podía dejar de revisar la información que internet le ofrecía buscando algún dato que le confirmara que esa artista bohemia y viajera era la Camila Cabello a la que su madre le escribía canciones. Y la encontró.

En su página de Facebook, una publicación antigua llamo su atención. Las dos posaban sonrientes en bikini, con una preciosa playa detrás. La playas de Miami como información de la instantánea.

No podía ser casualidad.
Era ella. Tenía que ser ella.

Karla MichellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora