- Ahora es cuando me dices que te encargas de llevar la sucursal...
-.... del bufete de mi padre en New York, sí. Especializada en derecho de familia, concretamente
- terminó Lauren la frase y fijó su mirada en la de la morena, que achinó sus ojos cafes en busca de un rastro de mentira en los de la ojiverde-.- Me estás vacilando.
- No - bajó Lauren la cabeza avergonzada-.
- ¡Dijiste que ni de broma! - exclamó Camila indignada, enfatizando su enfado con un suave puñetazo en la mesa, que hizo que la ojiverde volviera a mirarla-. ¿Por qué, Lauren?.
Cuando decidimos que íbamos a tener a Karla, Brad también desechó la idea de estudiar y se puso a trabajar como un loco, de todo lo que encontró. No paraba ni un segundo. Cuando la peque creció un poco, yo quería ayudarle y pensé... pensamos que lo más fácil era que trabajara con mi padre. Así lo hice mientras me sacaba la carrera online y cuando la tuve nos fuimos a New York para abrir la sucursal.
- ¿Te gusta por lo menos? - fue lo único que se le ocurrió decir a Camila mientras procesaba toda esa información-.
- Si te digo que sí te miento, pero se me da bien. Poco después, el camarero se acercó a las chicas para avisarles de que iban a cerrar. El tiempo se les había pasado volando. Lauren se empeñó en pagar la cuenta, pese a las protestas de Camila, justificando que había sido Karla la que había orquestado el encuentro.Las dos salieron del local a paso lento, no sabiendo muy bien qué hacer a continuación.
- ¿Ya que no puedo pagar, me dejas por lo menos que te invite a una copa? - se atrevió a proponer Camila y Lauren pareció pensárselo-. No te dejo decir que no.
- ¿Por qué quieres tomarte una copa conmigo? Te lo digo a buenas, ¿eh? - dijo Lauren alzando las manos en son de paz-. Me sigues odiando, te lo noto.
- Todavía me debes muchas explicaciones.
- Está bien. Entonces, vamos - se encogió de hombros la ojiverde-.
Camila en realidad no sabía por qué no quería dejarla irse todavía. Igual que no sabía porque había acabado aceptando esa cita. Se convencía de que era la manera de saber toda la verdad, de dar un cierre definitivo al asunto.
Por más que las circunstancias se le hubiesen complicado a la ojiverde, las hipótesis de Camila se ajustaban bastante a la realidad.
Finalmente, Lauren Jauregui había resultado ser, en efecto, una traidora y una cobarde. Y la morena pensaba recitar mentalmente esos adjetivos como un mantra durante el resto de la noche.
Se permitiría ser amable con Lauren, pero siempre teniendo presente quién era y por qué hacía casi dos décadas que no sabía nada de ella.
Camila llevó a la ojiverde hasta un bar pequeñito pero acogedor, con la música lo suficientemente baja como para poder seguir charlando. Al llegar, la morena pidió un par de gin-tonics y eligieron una mesita con sofá para estar más cómodas.
- ¿Cómo te encontró Karla? - preguntó Lauren-.
- No lo sé. Me contactó por correo diciendo que me quería entrevistar para un trabajo de arte. Un poquito mentirosa tu hija... - acusó en tono burlesco-.
- Madre mía. Lo siento - se disculpó Lauren por enésima vez esa noche, la morena negó con la cabeza restándole importancia-. No me explico como pudo dar contigo.
- Redes sociales, supongo. ¿Nunca me buscaste tú? - preguntó Camila-.
- No me atreví - confesó la ojiverde-.
- Yo tampoco, la verdad. Tenía miedo de lo que me podía encontrar.
- ¿Miedo? ¿Qué esperabas encontrar?
- No sé, lo típico. A ti siendo feliz con alguien que no era yo.
- Pues ya ves que no.
- Karla me dijo que Brad y tú estabais separados. ¿Hace mucho de eso.
- Cinco años, pero la relación llevaba muerta desde... bueno, por mi parte desde que te conocí.
- Pero seguiste con él más de diez años después de eso - le recriminó Camila-.
- Sí... Yo no era la persona más receptiva del mundo ni me esforzaba en cuidar la relación, así que él también se acabó desenamorando.
- ¿Y por qué aguantasteis tanto? ¿Cómo no lo dejaste antes?
- Me dejó él. Me dijo que había conocido a alguien que le gustaba y antes de hacer nada prefería decírmelo y que nos separáramos sin malos rollos. Él sabía que éramos más amigos que otra cosa.
- Que encima te dejó él - se llevó Camila las manos a la cara-.
- Yo sabía que el amor en esa relación no lo iba a tener, pero éramos una familia. Ninguno de los dos tenía que perderse nada de Karla, estábamos en el mismo barco. Me conformé. No sé... - justificó Lauren mientras jugaba con su copa-.
- ¿Qué pretendías que él también renunciara a ser feliz para siempre? Hay millones de parejas separadas que son padres maravillosos.
- Lo sé. Nosotros lo somos ahora. No creas que le recriminé nada ¿eh? Todo lo contrario. Cuando me dijo que me dejaba sentí alivio. Solo me faltó darle las gracias y un beso en la frente. Creo que yo no habría dado el paso nunca.
- ¿Y salir de tu zona de confort? No, por favor. ¿Vivir? ¿Qué es eso? - ironizó Camila-.
- Ya sé que es todo muy decepcionante, no hace falta que me lo restriegues - pidió clemencia Lauren-.
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Perdon por la tardanza pero estaba de vacaciones y no tuve tiempo pero ya estamos de regreso.
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Karla Michell
FanficMichell no Parara hasta descubrir quien es esa Camila a la que su madre le escribe canciones desde hace años a escondidas. Fanfic Camren Adaptación