Capítulo 14. PARTE 1. ¿Por qué ahora?

27 6 8
                                    


14. PARTE 1.

¿Por qué ahora?


Tobías.

Lunes 17 de abril del 2023.

Camino más rápido de lo normal, ¿emoción por ir al secundario? Obvio no, algo peor y mucho más ridículo, quiero ver a Vanesa, lo confieso, quiero verla, quiero ver sus estupideces y quiero ver su linda sonrisa, lo acepto quiero verla.

Bajo las escaleras y paso por arriba de los molinetes camino a mi rincón y apoyo la espalda en la pared, «paraaa, Tobías cálmate, estoy calmado, no, no es cierto, estás más emocionado que si vieras a CAZZU en vivo y en directo, no, no es cierto estoy muy tranquilo». 

Al lado de mí rincón está el baño y ella si ya llegó debe estar ahí, tiene que verse en el espejo para saber si sigue perfecta, tonta.

A mí nunca me importó peinarme o la ropa que usaba. Suelo ser muy desprolijo. Me gusta la ropa negra con palabras, exactamente nombres de canciones u otras cosas. Por ejemplo, tengo una remera negra que dice 'Barderos' con letras blancas. También tengo otra que es negra y dice 'She don't give a Fo'' con letras rosas. Otra que dice: 'Esto no es música, es...' y mi favorita, que es del mejor álbum de C.R.O, el que tiene canciones como 'Ciudad gris', 'Antes' y otras más. Además, siempre uso pulseras de hilo de colores no llamativos y mi cadenita plateada en el cuello.

No aguanto no verla. Muerdo mi labio y lo pienso unos segundos. Me decido a acercarme al baño y asomo mi cabeza por la puerta. Ahí está, mirándose al espejo. Se acomoda el pelo con sus manos, habla en voz baja, murmura algo que no escucho, pero se ve ansiosa y sonríe. Sigo sin poder escuchar lo que dice, me acerco un poco más, pero no entro al baño porque es el de mujeres. Ella mira mi reflejo en el espejo y sonríe. Luego, se da la vuelta y me mira.

—Hola —me saluda.

—Hola —saludo.

—¿Sabes que este es el baño de chicas, ¿no? —me pregunta mientras intenta no sonreír tanto.

No respondo a su pregunta porque es obvio que sí sé que es el baño de chicas. Técnicamente no entré al baño de mujeres, así que no puede decirme nada.

—¿Cómo estás? —me pregunta mientras juega con un mechón de su pelo. Lo tiene suelto con una hebilla de cada lado de su cabeza, mostrando sus orejas y, por eso, muestra unas argollas plateadas en forma de corazón.

—Sería mejor que salgas de acá —sugiero y me alejo de ahí, camino directo al andén.

Ella camina detrás de mí. Apoyo mi espalda en la pared para esperar a que venga el subte. Ella se para al frente mío, a una distancia razonable. Quiero preguntarle por qué no vino el viernes al secundario. En serio quiero preguntarle, pero si lo hago, ella se dará cuenta de que empiezo a preocuparme por ella, y no quiero. Además, sabría que la estuve esperando como un idiota.

—¿Me buscabas? —me pregunta. 

Pienso, no puedo decir que sí porque se dará cuenta de que me interesa. Igual es obvio que la buscaba a ella. ¡Ayuda!

Bajo la mirada, miro mis zapatillas, unas Jordans blancas y negras. Noto que casi nunca ato mis cordones.

—¿Por qué lo hacías? —me pregunta. Ella espera una respuesta y no quiero dársela. Vanesa es una chica muy interesante para mí, y es un secreto.

—No importa —me limito a contestarle.

—No me importa, pero sí me interesa un poco —dice. Oh, Dios, que deje de hablar de eso.

Nuestra Estación (editando ortografía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora