Capítulo 15. Cazzu.

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Cazzu


Tobías.

Lunes 17 de abril del 2023.

Llego a casa después de haber pasado la tarde con Vanesa. Entro rápidamente en mi habitación y me acuesto sobre la cama. No puedo evitar pensar en Julieta, pero no porque la extrañe, sino como una lección de que no debemos confiar al 100% en las personas, ya que, en lugar de agradecerlo, se aprovechan. Cazzu podía ser muy linda, pero no me prestaba atención ni le importaba demasiado. Yo ignoraba eso. Solía decir que era distraída y olvidadiza, ya que siempre llegaba tarde a nuestras citas. En cambio, Vanesa no deja de prestarme atención e interesarse en mí. Sé que me tiene un cariño especial porque nos conocemos desde pequeños y somos amigos desde entonces, pero quizás nunca se enamoró de mí en serio; solo buscaba divertirse conmigo. Sin embargo, cuando vio que yo aún no estaba listo para ciertas cosas, me traicionó. No era necesario hacerlo; podría haberme pedido separarnos, pero no lo hizo.



Solía juntarme con los chicos del barrio para jugar al poliladro, a la mancha y a la pelota. Así me hice muy amigo de Casimiro; él era muy sociable y convencía a los otros chicos para que jugaran conmigo. Aunque en el pasado yo era bastante inseguro y siempre fui muy callado, me gustaba jugar y era muy bueno en los deportes.

Cazzu no era muy sociable en el sentido de que no tenía muchos amigos ni conocidos, pero era muy extrovertida al hablar. Cuando conversaba con desconocidos, parecía que los conocía de toda la vida. Tenía un encanto que a los chicos les gustaba. Fui su primer novio, y ella también fue mi primera novia. Tuve mi primer beso a los catorce años de edad. Algunos podrían pensar que estaba atrasado, pero eso no me importaba.

Cuando Julieta y yo comenzamos a ser novios, estaba emocionado y se lo conté a todo el mundo. Sin embargo, cuando se lo dije a Miro, él no se emocionó; de hecho, le pareció raro que ella fuera mi novia. Decía que ella no era para mí y que yo necesitaba a alguien diferente. No le di mucha importancia a su opinión porque estaba enamorado de la hija de una prostituta del barrio. Cazzu tiene hermanas mayores y menores que ella, pero ellas solían ser calladas y hasta parecían amables.

Como Cazzu es mi vecina, solía ir a su casa con frecuencia y hablábamos todos los días. Ahora me doy cuenta de que a veces era demasiado intenso en ese sentido, pero ella no parecía molestarse; incluso se mostraba contenta. Sin embargo, todo cambió cuando comenzó a ser distante, inventando excusas para que no la visitara. Cuando hablábamos por teléfono, ya no mostraba interés en conversar conmigo y dejó de responder mis mensajes. Consulté a mi mamá, quien sugirió que tal vez estaba pasando por sus días y por eso estaba de mal humor. No entendí a qué se refería, así que pasé toda la noche pensando en qué había hecho para molestarla. A pesar de las cosas que no me gustaban de ella, como su forma de vestir o su vocabulario, nunca se lo mencioné ni la traté mal por eso.

Unos días después, le pregunté si estaba enojada conmigo o si algo le pasaba, pero seguía sin responderme. Ya no podía soportar más las ganas de verla, así que le avisé mediante un mensaje que iría a su casa. Ella respondió: 'Nos vemos en mi casa'. Entonces le envié emojis de corazones y otras cosas cursis que solíamos intercambiar, pero ella no respondió.

Compré una caja de bombones para ella, utilizando la poca plata que tenía ahorrada, con la esperanza de que eso la hiciera feliz. Llegué a la casa de Cazzu, vestido de manera casual, con unos jeans oscuros y una remera negra de mangas cortas, ya que estábamos en verano. Llevaba una mochila azul que contenía la caja de bombones. Cuando ella abrió la puerta, me miró sin expresión; no parecía emocionada de verme. ¿Por qué debería estarlo? Después de todo, ella se había alejado de mí. Intenté darle un beso en esos labios que antes me gustaban, pero ella movió la cara y mis labios terminaron besando su cachete. Mi corazón crujía y dolía por su reacción.

Nuestra Estación (editando ortografía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora