Decir la verdad o conservar el trabajo

37 11 4
                                    

Al Eunco Yang se le asignó servir a la nueva princesa heredera o… algo así.

En el palacio todos sabían las circunstancias del nacimiento del actual príncipe heredero, pero la profecía era conocida por pocos; el consejo, la agencia del matrimonio, la familia real.. todos herméticos al hablar del tema.

De los sirvientes del palacio solo un selecto grupo del que él era parte tenía conocimiento de este hecho, así que, habiendo servido toda su vida al actual Rey y ya que éste le tenía tanta confianza, ahora viajaba hasta el lejano pueblo de Hamheung en búsqueda de la princesa heredera… o bueno, del consorte principal para el Wangseja.

Entendido estaba del secretismo con que debía tratarse el género de este hasta estar seguros y  resguardados por los límites del palacio.

El vocero real Kim Junmyeon, erudito de primer grado y ministro a cargo de la agencia matrimonial lo acompañó en la misión pues había que enterar a la familia y, al ser decreto real no habría poder humano que los detuviera fuera o no del agrado de estos.

— Byun Baekhyun nacido el día después del Dano en el año del mono durante el eclipse lunar, es su hijo?

— Si, señoría

— Tengo entendido que su comportamiento ha sido inmaculado tanto en el núcleo familiar como fuera de él.

— Así es, desde que el dios intercedió por él salvando su vida, nuestro Baekyun ha sido un ejemplo a seguir y el mejor Baksu en Joseon.

Los padres sonaban orgullosos al hablar de su hijo

— El joven BaekHyun se encuentra soltero?

—Por supuesto, no desea contraer matrimonio pues está decidido a contribuir al pueblo y servir a los dioses.

El Eunco Yang que estaba al pendiente de la conversación sin intervenir, solo pudo compadecer al pobre chico.

— Tengo aquí el mandato real, ahora servirá en palacio y su contribución no será solo para la familia real, sino para el reino.

Los Byun abrieron con esperanza la carta real, escrita en el idioma de ming y no en el del pueblo. Su hijo sería 'El consorte principal del príncipe heredero' releyeron nuevamente pensando que habían malentendido los hanjas, pero claramente lo requerían cómo 'esposa' en contra de los principios morales.

— Temo, su señoría, que hay un error en esto, mi hijo no es una mujer, los dioses jamás permitirían semejante aberración, mi hijo es el mejor Baksu de Joseon destinado a grandes cosas, no a satisfacer carnalmente los deseos de un pervertido.

— Haré de cuenta que no escuché la desobediencia real ni el insulto a la corona. Fue Cheosin quién congració a su hijo?

— Lo es, Cheosin sigue escuchando e intercediendo por mi hijo cuando este lo llama.

— Su hijo está destinado a servir a la corona, no estamos pidiendo su permiso o aprobación. Podemos asegurar que será tratado con respeto.

La voz autoritaria del vocero los azoro, eso y los guardias que reaccionaron acercándose un par de pasos al escuchar alzar la voz.

— Entonces le explicaremos las cosas a BaekHyun y…

— Será mejor que crea que lo contratan como chamán, no nos gustaría una persecución si huye, el tiempo apremia.

A pesar del aspecto amable del vocero real, sus palabras no daban cabida a negociaciones.

La familia discutió en privado mucho tiempo, antes de comunicárselo a su hijo. No podían negarse y la comitiva real compuesta por al menos una docena de guardias reales, evitaría que pudieran ocultarlo o ayudarlo a escapar. Cuando los padres fueron por fin a notificar al elegido, sus caras eran similares a quien da la noticia de la muerte de un ser querido. El eunco Yang solo pudo compadecer nuevamente a la familia.

El Eunco Yang ayudó a empacar al joven Byun e intentó servirlo lo mejor posible, rehuía las preguntas de sus deberes en la corte pues pensaba que los rituales eran constantes 'No lo sé señor Byun' se mordía la lengua para no decirle alteza que es lo que correspondía fingiéndose incluso temeroso.

El chico estaba tan emocionado, constantemente pensaba en voz alta los rituales que haría, las ceremonias para las cosechas, la lluvia, los ancestros. Este chico estaba por completo entregado a los dioses, no volteó a ver a una mujer o un hombre durante el viaje y detenía la caravana para ayudar a cualquiera que necesitará algo en el camino, en las posadas regalaba la mitad de su comida, rechazando la idea de obtener algo más para él, había días de ayuno total y por las noches oraba a sus dioses. Era la personificación de la profecía, puro, inmaculado, bondadoso y con esa aura de luz que ilumina todo a su paso. Al Taewang le complacería escuchar que hicieron un buen trabajo al encontrarlo.

— ¿Nunca le ha dado curiosidad tener una familia?

Tanteó el Eunco Yang

— La castidad es el mejor camino para servir a los dioses.

Pobre alma, lo que le esperaba, una vez casado ya podría hablarle sobre la verdad de su ingreso a palacio. El chico no tenía idea de los rituales matrimoniales pues los Mudang no se encargaba más que de desgracias

— ¿No cree que los dioses serían felices si obtiene una pareja que lo haga feliz?

— Yo soy feliz. No necesito a alguien a mi lado para serlo, me hace feliz ayudar

Cuando por fin llegaron a la capital y lo ayudó a vestirse, rehuyó de nuevo las preguntas sobre la ropa, sólo podía sentir lástima por él… ni siquiera se daba cuenta que era un Hwarot para el ritual de boda, se creyó cuando le dijo que tan solo eran formalidades para su entrada a palacio, que así se manejaban las cosas ahí.

Sentía compasión, la sentiría más cuando estuviera en su palacio y le tuviera que explicar la ceremonia de consumación.

Sentía compasión, la sentiría más cuando estuviera en su palacio y le tuviera que explicar la ceremonia de consumación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Pobres almas en desgracia...

Hwarot: vestido para la boda, subí imagen en el capítulo anterior.

La Manshin y el Príncipe heredero ~찬백~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora