Hamheung

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Las malas noticias tienen pies ligeros o quizá tienen alas, pues llegan rápidamente a oídos lejanos. Las buenas noticias, al contrario, vienen a paso lento, pero es seguro que lleguen. Así pues, en mercados y posadas había llegado por fin la noticia de la fatídica noche donde el príncipe heredero de Joseon contrajo nupcias. La noticia llegó como brisa fresca en medio de la sequía, pues, al ser el pueblo natal del talentoso y amado Kangshin Baksu Byun Baekhyun al escuchar como el príncipe en vez de la consumación obtuvo un dolor de cabeza, el pueblo entero vitoreo y celebró el actuar del prístino Manshin. En un principio, temieron que la corona le reprendiera, que lo asesinara, que hubiera represalias contra el pueblo que lo vio crecer, pero lo descartaron pues ya tenía más de treinta días que se lo habían llevado y las desgracias se hubieran hecho saber.

Unirse con un hombre era antinatural, castigado por los dioses, nadie deseaba semejante maldición para un Byun y una vez que el chisme pasó solo la preocupación del rumbo de la nación los preocupó. El Tae Ya se había unido a un hombre… aunque no a un cualquiera, si no al más poderoso manshin de Joseon, así que, ¿Los dioses los castigarian por esta aberración? O al ser la familia elegida por los dioses para gobernarlos y darles tan poderosa persona, su nación por fin tendría paz y prosperidad? Las dudas se asentaron en los corazones de los habitantes de Hamheung y solo podían hacer una cosa.

—Los dioses sin duda nos castigaran —opinaban los ancianos del pueblo —Semejante unión solo traerá desgracias, la línea de sucesión esta pérdida, la familia real está condenada

—Que Baekhyun no sea una mujer y no vaya a procrear con el Taeya no es igual a que no tenga hijos, para eso existen las concubinas, ¿no? Siempre puede implantar su semilla en alguien más, además, que no hayan consumado deja en claro su papel en el reino, ¿no? —opinaban en cambio los más jóvenes.

—¿De qué estás hablando? Estás seguro de haber entendido? Que claro ni que carajos, de claro no tiene nada!

—Deberíamos ir con los Byun, preguntar qué está pasando…

—¿De verdad crees que nos lo dirán? ¿No recuerdas cómo mintieron? Dijeron que su hijo sería el manshin real y mira lo que pasó!

—¡A eso me refiero!! Su papel está claro! Es el manshin real, no una esposa!

—Si no fuera una esposa, ¿por qué decirlo así? Por qué divulgarlo y causar caos? Yo digo que vayamos con los Byun

—¡No nos dirán nada!

—No para eso, necesitamos un ritual! Hagamos uno por el pueblo, preparemos una gran ofrenda para los dioses, ofrendaremos a Baekhyun y así nos lavamos las manos.

—Por favor!! ¿No recuerdas que es un Kanshin Baksu? Ya se lo ofrendaron y los dioses lo aman!!

—Entonces?

—Hagamos un ritual de todas formas, vayamos con los Byun. Tanto si lo aman o lo odian por dárselo a un hombre, lavémonos las manos y estemos bien con los dioses.

Y eso era todo lo que podían hacer en el pueblo, rituales y más rituales, no por nada los Byun eran los consejeros generales para todos, a pesar de no ser de la nobleza ni trabajar para el gobierno, siempre acudiría a los Byun por guía y consejo.

Sin embargo la casa Byun estaba vacía. Mientras todos estaban cotilleando durante días el señor y señora Byun mandaron a sus hijos pequeños a los pueblos cercanos con sus hermanos ya casados. Empacaron con premura y partieron a Tamora sin demora

Palidecieron cuando escucharon el rumor y conociendo a su hijo tenían la certeza de que era una realidad. Cuando después de indagar un poco se enteraron que se dirigía a Tamora su miedo se acrecentó. Su hijo, su dulce y puro hijo dirigiéndose a la boca del lobo, a la ciudad de la perversión y la inmoralidad, a la tierra que los dioses odiaban tanto que la habían apartado de todo convirtiéndola en una isla.

Sabían que mientras más cercanos estuvieran de su hijo, la probabilidad de acercarse a la muerte también crecía. Pero era algo que tenían que hacer, una cosa era permitir que se casara con un hombre, con uno de la familia real al cual no podían contrariar, pensaron que los dioses serian indulgentes, quizá que hasta habían cambiado de opinión, pero ante la encrucijada de Tamora estaban todas las respuestas.

Cuando llegaron a los límites de Joseon presenciaron la tormenta desde la costa contraria, la visibilidad era nula, por supuesto. Hasta que las nubes negras se concentraron únicamente en la isla, la visión era clara, como si nunca hubieran realmente visto, hasta ese momento. Y de pronto, todo desapareció. De la noche al día en un parpadeo, como si fuera un mal sueño, una pesadilla. El mar se calmó, el agua se detuvo, el cielo se despejo. Salpuri… Las notas viajaban sin interrupciones hasta sus oídos. Sus ojos se llenaron de lágrimas, solo había una persona que pudiese lograr tal hazaña y sin duda era su Baekhyun.
Byun MinHee lloró desesperada al imaginar el miedo que sintió su hijo y al saber lo que le esperaba.
En pocos minutos no estuvieron solos, la gente se reunía a su alrededor preguntando qué había pasado y rápidamente zarpó un barco, tardarían mucho en llegar pero lo lograron. Solo esperaban que no fuera demasiado tarde. Pedían a los dioses que protegieran a su hijo, que le dieran valor y que lo mantuvieran aún en la oscuridad. Aprovechan las horas restantes a su llegada para preparar la decocción de sauzgatillo, orando a los dioses y convocando a Cheosin, que por primera vez se negaba a responder.
Si tenían alguna pizca de esperanza, esta se esfumó del todo. Debían proteger a Baekhyun de los efectos de esa isla o todos pagarían las consecuencias.

….

Cai Xukun sonrió en medio de la fiesta cuando su sirviente se acercó con buenas noticias. Miró a su alrededor, Taeyeon no estaba haciendo un buen trabajo pues el príncipe la ignoraba por completo, dando manotazos a las copas que le servía y aceptando en cambio solo las que su guardia personal le pasaba. Había resultado una inutil, una pérdida de tiempo, perdía la calma con demasiada frecuencia, como ahora, desesperada por un poco de atención y deformando su inutil rostro al mostrar expresiones de enfado. Aunque, después de esta noticia quizá los dioses estaban de su parte, quizá, solo quizá, los dioses le dieran un poco de inteligencia y lograra llevárselo a la cama esta noche, no sería difícil, las emociones del príncipe se veían comprometidas, consumiendo de inmediato la copa que su guardia le proporcionaba, pero extrañamente, sin la cara hinchada o roja que denotan la embriaguez del príncipe. Quien sabe, quizá su resistencia al alcohol fuera demasiado grande, quiza, solo quiza, la bebida no fuera tan fuerte

Se levantó, el príncipe murmuró algo que no alcanzó a comprender, pues estaba ensimismado en sus pensamientos, supuso era un cuestionamiento sobre lo que haría.

—Me informaron que me llego un presente, iré por el.

Comentó, aunque no creyó que el príncipe lo escuchara,  pues solo asintió enérgicamente con su cabeza mientras tomaba un poco más, ignorando los intentos de Taeyeon por servirlo.

Comentó, aunque no creyó que el príncipe lo escuchara,  pues solo asintió enérgicamente con su cabeza mientras tomaba un poco más, ignorando los intentos de Taeyeon por servirlo

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La Manshin y el Príncipe heredero ~찬백~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora