La Manshin y el Príncipe heredero ~찬백~

Cheosin

—Te equivocas. No toque a mi concubina porque… prometí a mis suegros monogamia, no porque no me gustara. Baekhyun, ¿Acaso no tengo permitido tener amigos?

Baekhyun lo fulminó con la mirada unos instantes, sintiendo que el príncipe solo se burlaba de él y tratando de descubrir sus propósitos, pero después de un momento se rindió, si el príncipe solo jugaba, el no sabia como dejar de ser el juguete.

—Puede hacer lo que quiera, alteza

—Entonces… ¿Puedo lavar tu cabello?

Chanyeol jamás había hecho algo similar y no creía que fuera a hacer un buen trabajo, pero deseaba estar cerca de él, pasar sus dedos por las largas hebras negras que tanto lo atraían y disfrutar tocándolo.

Vio a BaekHyun morderse el labio antes de asentir, esa acción era nueva, supuso que una inseguridad adquirida luego de la ausencia de su Dios usada cuando no sabía qué hacer o decir y le encantaba. Se acercó hasta ponerse frente a él, tomó los cabellos que caían por delante de sus hombros y los llevó hacia atrás, acariciando la suave piel en el proceso, causando un estremecimiento. Baekhyun no despegaba la mirada de la suya mientras Chanyeol intentaba imitar los movimientos de los sirvientes cuando lavaban su cabello, se notaba un tanto nervioso, pues no dejaba de morderse el labio superior ya habia algo parecido al anhelo en su mirada y sin despegar la mirada de su esposo se acercó a liberar ese labio a su captor y capturarlo ahora él, entre los suyos.

Chanyeol tomaba su labio superior entre los suyos, atento a las reacciones de BaekHyun, lo soltaba solo para tomar ahora el inferior. Su esposo no parecía reaccionar, la boca entreabierta se dejaba hacer y no lo alejaba, así que lo tomó por la nuca y profundizó el beso. Sus dientes atrapaban esos labios con brusquedad pero sin lastimarlos, su lengua exploratoria jugaba con una más tímida. Sintió a su esposo tensarse bajo su toque y usó la mano libre para acariciar sus mejillas, sin dejar de besarlo. El agua fría de la bañera se sintió cálida. Pecho y hombros que no estaban sumergidos en el agua se perlaron pronto con sudor. La respiración del Manshin se aceleró y Chanyeol sintió entonces una mano ejerciendo presión en su pecho, pidiéndole parar con gestos, más contradiciendose con la boca.

—Taeya, no…

—Solo besarnos.

Mintió Chanyeol, despegándose el tiempo suficiente para decirlo y tomarlo nuevamente, sintiendo la necesidad de hacer algo más. La mano en la nuca bajó para enredarse en la cintura y la mano en el mentón bajó a los hombros. Con un rápido movimiento invirtió su posición, quedando sentado en el peldaño de la tina y sobre él, BaekHyun, al cual, aprovechando tomarlo por sorpresa, le habría las piernas para posicionarlas a sus costados. La posición causaba que ambos estuvieran pegados pecho con pecho y sus miembros ya despiertos se rozaran entre sí, haciendo que BaekHyun se apartará con un jadeo sorprendido ante la sensación caliente y placentera del toque, más la mano en su cintura no lo dejó. Baekhyun no sabía cómo habían pasado de discutir a estar en esta posición, todo se sentía tan vivido, tan emocionante, tan excitante. Eran esas sensaciones que después del beso se moría por experimentar, más el abrupto giro en las circunstancias le hizo temer.

—Solo besarnos —volvió a decir Chanyeol para calmarlo al ver su rostro asustado, tomándose un momento extra para mirarlo a los ojos y tratar de reconfortarlo.

Baekhyun asintió. Ver los ojos radiantes de deseo, los labios hinchados y rojos por los besos, el aliento caliente, el sudor en su cuello y el toque firme en su cintura, aunado a las palabras que le prometían no hacer nada adicional, le impidió negarse. Se imaginó a sí mismo en los ojos de la otra persona y entendió que debían continuar, así, ahora, no podían parar. Fue el manshin quien se acercó esta vez a besarlo, imitando la mano en la nuca y tomando cierta distancia con la mano en su pecho. Sentía además del suave toque húmedo en su boca, la mano en su hombro con caricias circulares y la mano en su cintura bajar poco a poco su toque hasta posicionarse en sus glúteos, se separó de inmediato, mirando interrogante a su esposo