Hijo de Dios

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Para Zhang Yixing todo comenzó cuando llegó al palacio. En Ming, las leyes sobre la sodomia eran incluso más estrictas que en Joseon, así que, al escuchar por boca del príncipe heredero que estaba casado con un hombre, una pizca de esperanza nació dentro de él.
Al ver al manshin, al ver no solo su físico, sino su poder, quedó prendado de él y sintió a la vez vergüenza por sus deseos. Aun así, siendo lo hablador que era, siguió diciendo en voz alta sus pensamientos amparado con la censura de la diferencia en idiomas. Una de esas veces, al ver al sirviente y mencionarlo en voz alta, se sorprendió por escuchar no solo una respuesta, sino que esta era pronunciada en su idioma materno.
Ya que era un sirviente, creyó que con unas cuantas monedas este aceptaría e hizo que le propusieran un trato y de esa forma, llevárselo a la cama. Sehun aceptó. Conversaron un momento y Yixing alabó la preparación de los sirvientes en palacio al hablar su idioma y los conocimientos de su mente, causando un sonrojo en él.
Para cuando quiso experimentarlo… no pudo hacerlo. No se atrevió a tomar al sirviente que lloraba a lágrima viva, diciendo que ya no quería esa vida y quiso devolver el dinero, anulando el trato, mas él no quería darse por vencido y al tratar de convencer que se quedara, terminó escuchando su vida entera.

Yixing se compadeció, era un pervertido, no es desalmado que se aprovecharía de su situación y terminaron así, como amigos. Salían en secreto de palacio y conocieron posadas donde Yixing yacía con mujeres y Sehun practicaba caligrafía, poesía o tocaba instrumentos.

Hasta que después de un tiempo, Sehun también confesó lo que había pasado con el mashin y en esta ocasión, fue idea de Yixing el presentarlo con el Taeya , ya que seguramente él estaría más interesado en lo que podía enseñarle, que el correcto chamán. El Taeya lo escuchó, escuchó esos consejos para interesar más al chamán. Incluso escuchó la explicación de lo que debía hacer como preparación para el sinbangyeotbogi . No se conocían bien, pero fue fácil fingir esa amistad y ese interés, ya que Sehun era muy desinhibido y los consejos que le dio, aunque no lo sabía, rindieron frutos.

El Teya, el manshin y los guardias escuchaban con interés y fuera de las puertas, los euncos también se mantenían atentos. Habían explicado que no tenía una relación que cruzara los límites de la amistad, mas no explicaban la posesión del sauzgatillo, ni los planes con la planta.

Para Sehun, todo comenzó cuando el chamán lo liberó de la prisión. Amaba verlo a lo lejos, feliz, jugando con los niños, envidiando la relación que tenía con estos. Quiso ser parte de eso y cuando lo llamó mandar, luego de descubrir que no habían consumado, malinterpretó sus deseos. Lo resintió al rechazarlo por que le recordó que sin importar qué, siempre sería un prostituto de posada, así que, cuando Yixing le propuso pagar, aceptó, con la intención de contrariar al chamán y no por deseo, sin embargo, no dejaba de escuchar esas palabras diciendo que no siguiera ese camino, así que no pudo. No lo deseaba, no más. Aceptaba que era un ser sucio, que las manchas jamás se lavarían, más no quería quedarse por siempre en el lodo.

La primera vez que ella lo mandó llamar, aún tenía resentimiento en su corazón, pero después de un tiempo, los malos sentimientos se esfumaron, comprendiendo que un ser puro, jamás podría comprender la suciedad de su mente, luego de escuchar la petición que ella le hizo dudo por mucho tiempo sobre lo que tenía que hacer. Pensó en recurrir a Minseok, más si las cosas salían mal, sería por sí solo un sospechoso y debía salvarlo de eso, así que pensó en ir a Yixing. Yixing, al igual que él, era simpático y tenía el plus de que le gustaba el riesgo, así que no lo dudo y, aunque en un principio no le explicó lo que hacían, al final terminó por decirle.

Sehun no lloró, no tenía un tono lastimero que los hiciera tener compasión, hablaba sonando molesto y sus palabras dichas con esa ferocidad sonaban contrarias.

Cuando los príncipes escucharon que había recibido órdenes de alguien más, se mantuvieron atentos, más el sirviente parecía no querer hablar más.

La Manshin y el Príncipe heredero ~찬백~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora