Promesa

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Baekhyun estaba extraoficialmente, muerto de nervios. Había usado todo su valor para desnudarse ante el Taeya y este  tenía una expresión indescifrable en su rostro. No fue como en otras ocasiones, cuando curioseaba su cuerpo con deseo, sus ojos, en ningún momento se despegaron del rostro del chamán.

Después de unos segundos que parecieron horas en los que Baekhyun no sabía a dónde dirigir la mirada, si debería decir algo más o tal vez… comenzar a besarlo? Si su corazón se aceleraba un poco más, estaba seguro que esa sería su causa de muerte.

Chanyeol por fin tomó acción, se agacho y recogió la túnica interior para vestirlo de nuevo, mientras le hablaba.

—Mi príncipe yo…

—Esta bien, Taeya, lo entiendo. Fui imprudente, tiene la consumación en unas horas, no debería forzar su cuerpo con dos personas hoy. Lo siento.

Baekhyun se dio la vuelta, atando con prisa el huangpo interior, muerto de vergüenza. Escuchó como el príncipe suspiraba profundamente y sin querer escuchar el rechazo directo pensaba en que decir que lo hiciera callar, la frase se atoro en su garganta cuando sintió los brazos de Chanyeol envolverlo.

—Sé que te he defraudado. Deseaba tanto el placer carnal que te descuide y en cambio inicie algo con ella.

—Está bien, no tiene que..

—No intento justificar mis acciones al decirte que no la he tomado, no quiero mentirte también al decirte que nunca lo haré. No quiero fallarte de nuevo. Sé que eres una persona íntegra que cumple con su palabra y que lo haces porque te orille a eso. Ya no será así, respetare tu pureza.

Chanyeol vió el nerviosismo y la inseguridad en su esposo, sabía que no lo hacía por que lo deseaba, sino porque estaba por consumar con su consorte y seguramente su abuela lo reprendió por que la consumación en él aún no se llevaba a cabo. No era un buen augurio consumar primero con las consortes, así que imaginaba la presión a la que sometieron a su príncipe, causando este actuar.

—Taeya, no lo hice por que me sintiera obligado. Lo hago porque tengo que hacerlo, es preciso que lo haga.

—Es lo que deseas, entonces?

BaekHyun no contestó de inmediato, la mirada confusa como si no fuera capaz de entender la pregunta eclipsó momentáneamente su rostro.

—Es lo que debo hacer. La profecía lo dice, mi Dios me dice que tengo que hacerlo. Entonces, no estoy siendo obligado. Es mi deber.

—Tu Dios te dijo literalmente que tienes que consumar conmigo?

Baekhyun se soltó de sus brazos cuando la frase que él usó en la primera noche juntos, le fue devuelta con diversión.

—¡Usted no entiende! ¡Mi Dios me abandonó! ¿sabe lo que es eso? ¿Sentir esa soledad? Mi Dios me dejó, mis padres me mintieron, usted dijo que esperaría y trajo una nueva concubina. No tengo a mi eunuco, la reina viuda me cierra las puertas y estoy completamente solo. No me importa si después de mí se va con la consorte Taeyon, no me importa que tenga diez consortes más y que jamás me vuelva a hablar. Si mi Dios vuelve, todo volverá a estar bien. Así que lo único que tengo que hacer es entregarme a usted y seré yo de nuevo.

No es que Chanyeol, siendo un príncipe heredero, tuviera todo el tiempo del mundo para estar al pendiente de cada movimiento en su consorte, pero esto no lo vió nunca y tampoco escucho hablar sobre un comportamiento así en él. Su esposo alzó la voz, algo impropio de él, el tono desesperado, a punto de romper en llanto le indicaba cuán mal se sentía por dentro, la falta de aire, el no encontrar palabras cuando era tan elocuente.

La Manshin y el Príncipe heredero ~찬백~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora