Kim Junmyeon podía dejar fácilmente su empleo y poner su agencia de detective. Lo que no podría hacer jamás, es ser un hombre de acción.
—No, no mas, ya no puedo tomar más vino, me espera algo importante
—¿Ni siquiera así?
Su acompañante, que a estas alturas lo había hecho beber más de tres copas con engaños y que a cambio había retirado su ropa por completo, tomó un sorbo de vino y lo detuvo en su boca, se acercó a Junmyeon y junto sus labios, pasando la bebida a la boca contraria. Junmyeon tragó para después saborear los labios del chico.
Lo que hacía estaba mal, suplicaba por que fuera verdad la edad que le había dicho tener y pedía a los dioses que lo mantuvieran cuerdo para completar su misión.
—No ha llegado a quién espero? ¿Puedes ir a revisar?
—Tanto me odias? — Sehun hizo un puchero y su rostro perfecto se deformó, se veía lindo, humano y eso le agradaba.
—No te odio… eh…
—Sehun — le recordó su nombre con un puchero
—Si, Sehun, no lo olvidé, pero vine aquí con otro propósito y, la verdad, tengo mi patrimonio comprometido con eso, así que, si me disculpas, iré a ver si ya llegó.
—Pero yo no te estoy cobrando nada… vengo incluido en el precio, porque no practicas un poco antes de que llegue y te quitas ese nerviosismo? Mira que soy experto con eruditos, la clase alta me solicita todo el tiempo.
—Pero… quizá ya llegó. Así que me voy
—¿Y me dejas así? ¿No me ayudas a ponerme la túnica, siquiera?
—Bueno… dónde está..
Junmyeon ya no pensaba con claridad, no era capaz de reunir una frase de manera coherente, sentía la vista desenfocada y la mente ligera. Miró hacia todos lados y no vio ninguna túnica.
—No se donde…
—Prestame la tuya, no dejarás que salga así, verdad?
—¿La mía? Pero si me la quito entonces yo…
—Anda, aquí no la necesitas —dijo Sehun, ya retirando el Huangpo que mostraba el grado del erudito, para después pasar con sus túnicas interiores.
—Pero… no, todas no
—Anda, mira que así te ves mucho mejor, tu cuerpo me gusta mucho, tu invitado no ha llegado, anda, vamos a divertirnos un rato.
Sehun se acercó de nuevo a sus labios y pasó un poco más de vino a Junmyeon.
A tan solo dos habitaciones de esa, el eunco Do sostenía con fuerza la puerta de la habitación desde dentro.
—No se que sea este lugar Príncipe, pero debemos irnos ya, no creo que sea seguro, había unos tipos fuera que…
No terminó la frase cuando la puerta abriéndose lo hizo perder el equilibrio y caer hacia atrás, los hombres que vió acercándose por los pasillos entraron sonrientes.
—Es un placer tenerlo en nuestra posada— comenzó uno de ellos, recorriendo con mirada lasciva al príncipe y sin mostrar ningún signo de respeto— se divertirá mucho aquí, tenemos justo lo que necesita
—No necesita nada — el eunco Do rápidamente se puso de pie frente a los hombres limitando su visión del príncipe. —Y si lo llega a necesitar, me encargaré personalmente.
—Claro, si tan solo supiera donde están las cocinas y dónde conseguir una decocción inhibidora del placer, que al parecer la necesita, creería en sus palabras.
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La Manshin y el Príncipe heredero ~찬백~
HumorLos dioses desataran su ira sobre Joseon cuando el príncipe heredero cumpla la mayoría de edad, afortunadamente existe una profecia que contraresta los daños. " Ha nacido en la oscuridad para traer la luz, el puro, el digno, el virtuoso, Cheosin lo...