Pareja principal:
NorenParejas secundarias:
Chenji
MarkhyuckDisclaimer:
Hay un cambio en el apellido de Renjun, ya que su padre en este fic es coreano, su apellido será Kim.NOTA DE EDICIÓN:
Holaaa, estaba releyendo y me di cuenta que algunas partes no tenian mucho sentido por la manera en la que estaban redactadas, así que estoy mandando la novela a EDICIÓN, voy a estar resubiendola.
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.—Voy a decirselo.
—No vas a decirle.
—Voy a decirle –repite Renjun, sus labios se mueven con determinación.
—Él va a decirle –Chenle alardea a lado de Renjun, moviéndose en su asiento para sonreírles a los ocupantes qué están en el asiento delantero a través de espejo retrovisor.
—Chenle, amor, no estas ayudando -dice Taeyeon, y Renjun puede escuchar como su paciencia decae. Su voz se eleva un poco más, sus palabras se vuelven más agudas.
Supone que debería empatizar con la situación de su tía. No es su culpa, sino que la abuela está empeñada en verlo casado en menos de un año, tampoco es su culpa qué Renjun también este empeñado en frustrar a cada una de las candidatas de matrimonio de su abuela.
—Lo siento tía –dice Chenle con una sonrisa, inclinándose hacia adelante hasta que se le engancha el cinturón de seguridad y se detiene. —¿Cómo le gustaría qué le ayude?
—Podrías empezar explicandole a tu primo... –dice Taeyeon arqueando una ceja en el espejo retrovisor mirando a Renjun, —qué tal vez cuando visite a su abuela durante Chuseok, con una casa llena de invitados y miembros selectos de los medios presentes, no es exactamente el momento adecuado para pelear.
—Espere, ¿por qué los medios están invitados para Chuseok? –Chenle frunce el ceño.
—Porque el tío Siwon decidió hacer el ridículo frente a la cámara y necesitamos desesperadamente una buena prensa. –ella suelta un largo suspiro. —Renjun, ten un poco de piedad y no les des una historia.
Renjun se encoge de hombros y mira el paisaje por su ventana sin expresión alguna.
Chenle mira a Renjun por un momento, frunciendo el ceño, antes de volverse hacia su tia. —Creo que va decirle. –asegura Chenle
—Voy a decirle –repite Renjun
—Renjun, por favor. –dice Taeyeon algo irritada. Ella gira de su asiento para agarrar las manos de Renjun, casi dando un codazo a su conductor con el movimiento. Su cinturón de seguridad se agarra a su hombro pero ella lo ignora, juntando las manos de Renjun con las suyas con fuerza apretando con desesperación los dedos. —Te apoyo, pero por favor, ¿podríamos hacerlo cuando haya menos extranjeros en la casa?
Renjun trata de ignorar la fría presión de las manos de su tía en él y la señal de preocupación en su frente. Siente que su gesto se suaviza, el cariño que le tiene a su tía nubla su mejor juicio. El frunce el ceño de nuevo diciendo: —No quiero otra cita de matrimonio.
—Hablaré con ella. –promete Taeyeon rápidamente.
—Si ella menciona un palabra de otra fecha...
—¡Ella no lo hara, lo prometo! –Taeyeon aprieta las manos de Renjun otra vez. —Solo quiero un Chuseok qué no termine en un caos.
—Si te estás refiriendo a la protesta de pollo de año pasado... –dice Chenle a la defensiva, enderezandose en su asiento.
—Estoy refiriéndome a la protesta de pollos que organizaste el año pasado. – responde Taeyeon sus ojos asesinos que se dirigen a Chenle y se estrechan. —Y el año anterior cuando soltaste al perro en la cocina y comió de todo. Y el año anterior... –Taeyeon se detiene sus labios se golpean repentinamente y sus ojos se alejan de nuevo en su asiento, la tensión grabada en el conjunto de sus hombros.
El año anterior a eso...
Un suspiro se estremece en la garganta de Renjun, volviendo su mirada al paisaje. No quiere recordar, pasando Chuseok en el Hospital, viendo a su abuela acostada en un cuarto VIP, débil, privada y frágil, diferente a la mujer que él conocía. Todavía puede sentir el embriagador hedor de hospital y la angustia en su boca, todavía puede sentir la presión de sus manos rascándose el pelo, rezando, esperando, diciéndo para si "ya he perdido demasiado no te atrevas a tomarla a ella no te atrevas".
Supone que en esa misma cama de hospital fue donde su abuela formuló la idea de que Renjun tenía que casarse lo antes posible. Algo sobre arreglar las cosas cuando todavía este viva para verlo, le dijo un día después de la cuarta cita qué había soportado. Ella había hecho una voz melancólica y dramática, insinuando qué su falta de cónyuge la estaba enviando a la tumba tan temprano.
Renjun frunce el ceño ante las luces de calle recordando, viendo pasar los campos de arroz borrosos. Y se dice a si mismo que esto tiene que acabar.