—Solo para ser claro— comienza Anton con los brazos cruzados sobre el pecho y mirando a Renjun al otro lado de la mesa. —Solo accedi a venir porque tenfa hambre
Renjun se encoge de hombros, indiferente y asiente al tazón grande frente a Anton.—Entonces que come.
Anton lo mira con recelo.
—No solo porque defiendas a hyung una vez no significa que de repente apruebo este matrimonio, Todavía estoy completamente en contra de eso.
Renjun suspira. —No sé cuantas veces tengo que decírtelo, chico, tu no vas a poder cambiar nada entre Jeno y yo.
—Eres realmente molesto— dice Anton,
entrecerrando los ojos.
—Asi como tú. — responde Renjun. Él
gesticula a la comida de nuevo. —pero aun así te estoy comprando comida, así que come o vete.
Anton lo mira por un momento pero
eventualmente alcanza su cuchara, se expresión se relaja cuando traga su primera cucharada.
Los labios de Renjun se levantan en una sonrisa y se inclina hacia adelante para tomar un sorbo de su sopa también, Mira a Anton comer y cree que no es la primera vez que el niño es un poco adorable. No lo vio antes, pero puede ver partes de Jeno en Anton. Los grandes ojos qué dicen más que sus hocas, la estructura amplia, la forma
en que hablan el uno del otro como si pudieran morir para que el otro sea feliz. Renjun sonríe con cariño y empuja los platos laterales más cerca de Anton. Anton finge no darse cuenta, buscando un plato de acompafiamiento y evitando los ojos de Renjun. Renjun trata de no reírse, pero es realmente dificil.
Cuando Anton casi termina su comida,
Renjun finalmente dice:
—Quiero saber, en detalle, exactamente cómo ha tratado la familia Lee a Jeno.
Anton deja de masticar y mira a Renjun,
colocando sus utensilios sobre la mesa y mal mirando a Renjun. —sabía que había una trampa.
Renjun se encoge de hombros
—Nada en esta vida en gratis
Anton se burla y se cruza de brazos,
reclinándose en en la mesa.—¿Por qué no le preguntas a hyung? Ustedes
dos son muy cercanos
——No somos "muy cercanos”, literalmente estamos casados. –dice y Anton pone los ojos en blanco.
Renjun suspira. —Tú, de todas las personas, debes saber que hyung nunca me contará todo. Le gusta fingir que las cosas no son tan malas como en realidad son.
Anton frunce el ceño. —-¿Cuándo comenzaste a llamarlo hyung?
—Cuando dejó de ser divertida tu molestia –Anton lo mira, pero empuja su cuchara en el cuenco, contemplando. Renjun frunce los labios y mantiene se expresión neutral. —Está bien, solo le preguntaré a hyung, dejándolo revivir esos recuerdos.
Anton frunce el ceño a Renjun. —¡Bien, te lo diré! Al menos entenderás porque no eres apto para ser el esposo de hyung
Renjun se encoge de hombros y hace un gesto a Anton. —Entonces dime cuánto no merezco a hyung
Anton frunce el ceño y mira su plato de sopa sin terminar. Renjun permanece en silencio, esperando que encuentre las palabras. Finalmente, Anton dice lentamente:
—Era realmente joven cuando me llevaron los Lee. No los conocía. Mi padre murió antes de que yo tuviera recuerdos de él. Todo lo que sabía era que mi madre, hyung y jisung-hyung, y las tías que vivían en nuestro edificio. Eran mi familia. –Anton mueve su cuchara ociosamente en su cuenco y todavía no levanta la vista. —Intenté huir—continúa. —Varias veces –él se ríe, alegre momentáneamente. —Realmente pensé que podría encontrar el camino de regreso a casa. Entonces, un día Jeno-hyung apareció. Creo que estaba planificado. – frunce el ceño, grabado profundamente en su rostro —No trataron a hyung de la misma manera en que me trataron. No me di cuenta al principio. Para mí eran fríos, desdeñosos. Hablaban mal de mi madre y mi sangre manchada. Pero con hyung era... –la ceja de Anton se arruga. —Para ellos, hyung era menos que una persona, toda su existencia era para mantenerme en línea. –la mandíbula de Renjun se aprieta y sus hombros se cierran, rígidos y tensos, pero él permanece en silencio mientras Anton continúa. —Todo lo que quería, lo conseguía, ropa, videojuegos, juguetes todo –Anton deja que la cuchara se le resbale de las manos y la ve caer en el cuenco con los dedos apretados en puños. —Hyung tenía justo lo suficiente para verse presentable al mundo exterior. –fiinalmente levanta la mirada y mira los ojos de Renjun. —gastaban más en perros que en hyung –Renjun muerde una maldición, su expresión oscureciendose. —-¿Quieres saber la peor parte? Hyung nunca dijo una palabra. Él siempre se aseguraba de verse feliz para mí. Algunas veces juntaba algo de dinero, no sé de donde y me sacaba a pasear sin la supervisión de los Lee, siempre vió mas por mi que en si mismo. –Anton frunce el ceño. —Él es así, piensa que tiene que sacrificarse por los demás. Eso es una mierda. –Renjun recuerda a Jeno el día que se conocieron, la lluvia caía sobre ellos, las manos agarrando a un extraño en su desesperación de salvar a Anton. Él aprieta sus dientes, un dolor empezando en su mandíbula por la presión. —Empecé a saltear clases y me metí en algunas cosas que no debía. –Anton se encoge de hombros. —Estaba enojado, enojado con el mundo y mi abuelo y con hyung. Todo era un desastre. Pero nunca recibí regaños. Nunca me pararon ni hablaron. Era como si pudiera hacer lo que quisiera. –la voz de Anton se apaga y él mira hacia otro lado, con ojos distantes y arrepentidos. —Desearía no haberlo hecho.
