-¿Revisaste el correo electrónico que te envié? - pregunta Jeno, haciendo coincidir sus pasos con los de Renjun cuando se acercan al restaurante.
-Si, leí las nueve páginas. -responde Renjun monótonamente. Leyó el correo electrónico de Jeno, con sus páginas y páginas de información. Él conoce el color favorito, la canción favorita, la película favorita de Jeno. Él sabe que a Jeno le gusta cocinar, sabe que Jeno se especializó en la historia del arte, conoce todos los detalles. Renjun frunce el ceño y mira hacia su brazo donde los dedos de Jeno se aferran nuevamente. También sabe que Jeno ha desarrollado una mala costumbre de aferrarse a él cuando está nervioso.
-Espera. -dice Jeno, deteniéndose frente a la entrada del restaurante. -Estás seguro, ¿verdad? Podemos reprogramar esto, fingir que estás enfermo o algo así.
Renjun gira sus ojos y sacude la mano de Jeno de su brazo. -Ya sea que hagamos esto ahora o más tarde, todavía voy a necesitar conocer a tu hermano.
Jeno suspira y asiente. -Tienes razón. Tienes razón-. Él sacude sus brazos como si quisiera sacudirse los nervios.
Renjun observa sorprendido como la conducta de Jeno cambia en cuestión de segundos. Va de nervioso e inseguro, a confiado y radiante.
Jeno exhala lentamente y se gira para sonreírle a Renjun.
-¿Nos vamos, Junnie?
La mandíbula de Renjun cae. -¿Como me llamaste?
Jeno se inclina para tomar la mano floja de Renjun en la suya. -Suelo llamar a la gente por apodos, Anton verá raro si no te pongo un apodo lindo aún.
Renjun frunce el ceño, curvandose sus dedos contra Jeno sin pensarlo mucho. -Hazme uno diferente.
-¿Como qué?
Renjun se encoge de hombros. -¿Genio Renjun?
Jeno se ríe, sus ojos se arrugan y sus dientes se muestran. -Ven, Junnie. Anton nos está esperando. -abre la puerta del restaurante y tira a Renjun adentro. -Deberías llamarme hyung. -dice como una reflexión, deteniéndose frente a él.
Renjun se burla. -Estoy inventando un apodo para ti, tiene que ser algo desagradable.
Jeno no le presta mucha atención y se dirige al mesero -la resenvación Lee, porfavor.
El mesero los lleva a su comedor privado donde Anton ya está sentado. El chico mira hacia arriba cuando entran, con los brazos cruzados sobre el pecho y un ceño fruncido ya grabado en los labios.
-¿Esperaste mucho? -pregunta Jeno, separando su mano de la de Renjun y deslizándose en el asiento frente a su hermano.
Renjun permanece de pie por un momento, dándose cuenta de que había estado tomados de la mano todo el tiempo desde la entrada a la habitación. Él niega con la cabeza para despejarse y se sienta junto a Jeno, saludando con la cabeza a Anton.
-Acabo de llegar aquí. -dice Anton, sonriéndole a Jeno antes de estrechar la mirada hacia Renjun. -Hola. -dice, con un tono helado y poco acogedor.
Renjun devuelve la mirada helada de Anton con la suya.
-Chanie, este es Renjun, mi prometido. Junie, este es mi hermano pequeño. -dice Jeno, presentándolos.
Anton se burla. -¿Junnie? -él pregunta, los labios curvandose en desaprobación.
-Es un lindo sobrenombre, ¿Verdad? -Jeno sonríe y extiende una mano para rozar amorosamente la cabellera de Renjun quien parpadea y mira fijamente la nariz de Jeno para evitar el contacto visual, recordándose a sí mismo que esto es fingido y que no hay absolutamente ninguna razón para pa sentir un revoloteo en su estómago.