No debería ser difícil encontrar a una persona, piensa Renjun, frunciendo el ceño por el salón. De acuerdo, tenían quinientos invitados, pero no es como si Jeno fuera fácil de pasar por alto. Alto, ancho, llamativo. Debería ser como una mancha de café en una sábana blanca, aparentemente él es el único con el problema de dónde está, Haechan se acerca a Renjun casi de inmediato, lo agarra del brazo y lo empuja a un rincón semi silencioso junto al escenario.
Renjun sabe que esa mirada en la cara de Haechan, los labios pellizcados, los ojos muy abiertos, las cejas levantadas. Haechan quiere desahogarse y si ha venido a Renjun es para hacerlo, eso significa que le preocupa algo de Mark.
—¿Has visto a Jeno?
Pregunta antes de que Haechan pueda incluso empezar a despotricar sobre cualquier problema de relación exagerado qué haya imaginado.
-Si, ustedes intercambiaron votos y se casaron, fue grandioso. –dice rápidamente Haechan, con los labios retorcidos por la irritación. —Tú estabas ahí.
Renjun rueda los ojos -Quiero decir últimamente, como en los ultimos cinco minutos
Haechan suspira pesadamente —Sí, estaba saliendo con algunas personas extraordinariamente aptas. No importante. ¿Sabes lo que Jungwoo acaba de preguntarme?
Renjun frunce el ceño -No lo sé, cuentame.
-Se acercó a mí, claro, sonriendo. –comienza, ignorando el desinterés de Renjun. —Él me abrazó, como si fuéramos amigos, y él me y dijo ¿Cómo va todo? ¿Cómo está la vida de semi-casado? –hace una pausa, calculando la reacción de Renjun.
Renjun lo mira inexpresivamente, frunciendo los labios. —¿Y?–finalmente pregunta lentamente.
Haechan frunce el ceño —Esta tratando de ver si hay alguna debilidad en mi relación con Mark. –explica, claramente molesto porque tiene que explicárselo a Renjun.
-Creo que él está preguntado cómo estás. –dice Renjun mirando por encima del hombro de Haechan de nuevo por el salón.
—¿Por qué todos desestiman mis profundas preocupaciones?
—No son tan profundos.
—No puedo esperar el día en que Jeno se vaya con su amante y vengas a buscar apoyo, y yo te trate como si estuvieras exagerando.
Renjun vuelve a mirar a Haechan —¿Jeno tienen un amante?
La cara de Haechan se ilumina y él sonríe burlonamente. —Oh, oh ¿qué es esto? –se inclina y mira a la cara de Renjun. —¿Ya te sientes posesivo por tu marido?
Renjun se burla, él no es... es solo que, si Jeno tiene un amante, él cree que tiene derecho a saberlo, no le molesta. Estuvieron de acuerdo en que estaba bien, siempre y cuando se haya hecho con discreción, pero Renjun merece saber, él cree que tiene derecho a tanto, como el marido legal de Jeno.
Él distraídamente gira el anillo de bodas de oro en su dedo y suspira. -¿Dónde lo viste?
Haechan aprieta los labios pero sus hombros caen en resignación. —Estaba junto a la fuente de chocolate.
Renjun se mueve más allá de Haechan y se dirige a la dirección general de la mesa de dulces, haciendo caso omiso de Haechan diciéndole:
—Eres bienvenido al club de los esposos celosos
Renjun había sospechado que Haechan estaba exagerando, pero se siente frustrado al descubrir que la descripción de su amigo es precisa, Jeno está hablando animadamente con un grupo de personas extremadamente aptas. Un grupo de personas extremadamente aptas y extremadamente físicamente afectuosas, una en particular, una mujer con un corte de cabello elegante y una cara llamativa, sigue abrazando a Jeno y riéndose, dándole palmaditas en los hombros y sonriéndole. Renjun frunce el ceño, una sensación de agitación en la boca del estómago, no son celos, se asegura a sí mismo. Es incomodidad, Jeno puede actuar como le guste, pero esta es su boda con quinientos invitados extremadamente chismosos, espera algo de prudencia.