47

295 49 12
                                    

En los días posteriores al accidente de Jeno, Renjun se vuelve inexplicable frío y distante.

Se quede fuera toda la noche, volviendo al departamento solo para agarrar lo esencial cuando Jeno no está en casa. No responde las llamadas de Jeno y deja de responder a sus mensajes de texto. Jeno no entiende. No hay razón ni lógica para el cambio repentino de su Junie. Es como si hubiera retrocedido hasta el día en que se conocieron. Son casi extraños.

Jeno está preocupado, ya no puede leer los pensamientos de Renjun, no puede alcanzarlos. Siente que lo ha perdido en un abrir y cerrar de ojos, sin posibilidad de luchar.

Intenta hablar con Chenle sobre el comportamiento de Renjun, pero él esta tan despistado como él. Cada día que pasa, la ansiedad en el estómago de Jeno crece, más y más, latiendo por sus venas con el latido de su corazón. Reemplaza la calidez del toque de Renjun con las noches frías y el conocimiento demasiado familiar de que las cosas nunca volverán a ser lo mismo, que ha perdido algo que nunca podrá reemplazar.

Él no sabe qué hacer, no sabe si debería aferrarse a Renjun o dejarlo solo para manejar lo que sea que haya sucedido.

La respuesta viene en la forma de Haechan, golpeando silenciosamente la puerta de la oficina de Jeno.

—Hola –dice, una pequeña sonrisa en sus labios que de alguna manera no se extienden a sus ojos.

—Dijeron que podría encontrarte aquí.

Jeno se levanta y hace un gesto para que Haechan entre. —Entra, siéntate.

Haechan camina y toma asiento frente a Jeno y cruza las manos sobre su estómago, su sonrisa se convierte en un ceño fruncido.

—¿Está todo bien? -Jeno comienza, frunciendo el ceño.

Haechan frunce los labios. —No lo creo - suspira y se endereza, fijando sus ojos en Jeno. —Mira, no es asunto mío lo que ocurre en tu matrimonio pero siento que... –Haechan mueve sus manos en el aire, frustrado. —Vi algo en Renjun el día que tuviste el accidente, estoy preocupado por él.

Picos de ansiedad en la sangre de Jeno. —Hay algo mal, ¿verdad? ¿Que pasa?

La expresión de Haechan se cierra. —No estoy seguro, necesitas hablar con él al respecto. –él mira hacia abajo en dirección a sus manos.  —Espero que no sea nada, realmente espero que no sea nada.

Jeno presiona sus dedos contra sus muslos e intenta no dejar que sus miedos, hablen en su mente, girando, provocando y abrumado.

Agotó todos sus deseos hace años cuando siguió a Anton a Seúl. El no sabe si el destino le permitirá otro milagro.

Tan pronto como Haechan se va, Jeno saca su teléfono y le envía un mensaje a Renjun.

"Realmente te agradecería si vienes a casa a cenar esta noche"

Mira fijamente a la pantalla, tocando cada pocos segundos para evitar que se bloquee, esperando a que el pequeño "1" a lado de su mensaje desaparezca. No es así.

Es muy importante escribe. Otro "1" aparece junto a su nuevo mensaje. Él agarra el teléfono con fuerza en sus manos y se dice a si mismo que está siendo un tonto. Una notificación no verificada no es razón para que sus ojos se llenen de agua.

Él aprieta los labios y escribe un último y breve mensaje.

Por favor.

Él pone su teléfono boca abajo en su escritorio y se obliga a concentrarse en el trabajo. Él va a confiar en Renjun.

Renjun revisará sus mensajes, y vendrá. Debido a que Renjun necesita a Jeno tanto como Jeno a él, no importa lo que esté sucediendo, ese hecho cambiará. Jeno está seguro.

AWG (ADAPTACIÓN) NorenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora