Renjun deberia de hacer sabido que esto fue un gran error, pero es débil con las sugerencias de Haechan, debería haber rechazado la idea de está fiesta antes de que terminará en esto, piensa.
Se complica desde el principio. En primer lugar ese mismo viejo amigo de Jeno se encuentra con ellos y se supone que debería haberlo sabido, pero Renjun no es exactamente feliz de verlo. Él no sabe por qué, pero no le gusta la forma en que Jisung mira a Jeno.
Luego esta Chenle que decide renunciar a su jugo de fresas habitual y toma una botella de soju, con los labios apretados en determinación. Lo que por supuesto hizo que Haechan pensara qué la noche era para festejar, y con algo más que una inyección de soju en su sistema es un desastre total.
La peor parte absoluta, sin embargo, fue Anton golpeando con un vaso frente a él y mirándolo. —Te desafío. –había dicho. —Si gano, debes de divorciarte de mi hyung
Jeno trata de calmarlos, pero Anton es terco y Renjun mezquino y finalmente Jeno suspira molesto y les dice que actuaran como niños si les daba la gana.
Renjun realmente sintió ganas.
Así es como termina, Chenle y Anton se quedan dormidos y apestan a alcohol, Jeno se frota la sien irritado mientras examina la mesa. —Que desastre –Jeno resopla, volteando a ver a Renjun, como si fuera su culpa. Renjun parpadea viendo borroso, el alcohol finalmente comienza a tener efecto. Quiere decirle que, como mínimo, Mark se llevó a Haechan a casa hace una hora, de lo contrario, este sería un desastre muy ruidoso. Sin embargo, no dice nada, no está seguro si puede expresar adecuadamente cuán agradecido debe estar Jeno. En cambio, mira a Jisung al otro lado de la mesa y lo señala.
—¿Por qué sigues mirándome así niño?–pregunta, queriendo desahogar su irritación con alguien.
Jisung lo mal mira, moviéndose de un lado a otro en su asiento, con los ojos desenfocados pero mirando en dirección a Renjun.
—No estoy listo para renunciar a Jeno hyung todavía. –dice lentamente —Y no creo que estés listo para retenerlo
Los ojos de Renjun se abren y su mandíbula se aprieta. Jeno suspira y se para en pies sorprendentemente firmes.
—Está bien, creo que es hora de llevarlos a los dos a casa. —se dirige a Renjun. —Los llevaré a los dos ¿Puedes cuidar de tu primo?
Renjun no dice nada, pero echa un vistazo a su izquierda, donde Chenle está practicamente desmayado, con la cara pegada a la mesa.
Jisung niega con la cabeza con disgusto cuando Jeno se acerca. —No me quiero ir.
Jeno suspira frustrado y lo agarra por su axilas. —Vámonos
Jisung suspira y se desploma contra el pecho de Jeno mientras salen arrastrando los pies de la habitacion. Los dientes de Renjun se juntan. Se pregunta si Jisung realmente es amante de Jeno.
Se pregunta por qué le molesta tanto.
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Jeno esta agotado cuando él ordena a Anton y Jisung qué entren en el departamento, sus límites pueden ser altos, pero todavía los exageran, borrachos ebrios mientras los arroja a la cama. Él no está realmente de humor para prestar un oído comprensivo. Ambos recibirán una fuerte llamada de atención tan pronto cuando recuperen la cordura.
Considera brevemente quedarse a dormir, pero la cama de Anton ya está llena con él y Jisung, y Jeno no quiere dormir en el sofá, así que reúne el resto de sus energías y llama a otro taxi.
Está esperando un apartamento oscuro y silencioso cuando él llegue a casa. Espera quitarse los zapatos, lavarse la cara y acostarse directamente en la cama. Lo cual pasa todo lo contrario ve a Renjun sentado en la sala de estar, sentado con las piernas cruzadas y los brazos cruzados sobre su pecho, con el ceño fruncido profundamente grabado en sus rostro.
Jeno hace una pausa camino a su habitación. —¿Todavía no te acuestas?
Renjun lo mira, entrecerrando los ojos. Se toma un momento para mirar a Jeno antes de volver a mirar hacia la pared encogiéndose de hombros —No puedo dormir
—Esta bien, bueno voy a...
—¿Cuánto tiempo has estado saliendo con Park Jisung?
Jeno se congela, sorprendido por la repentina pregunta de Renjun, suspira profundamente y se pasa una mano por el cabello.
—Jisung estaba borracho. Nunca hemos sido así
Renjun levanta el hombro, aparentemente indiferente. —No tienes que esconderlo, tenemos un acuerdo. –él mira a Jeno, inclinando la cabeza. —Probablemente deberías hacerle saber que este es un matrimonio falso
—Si este matrimonio es falso o no, no cambiará nada entre Jisung y yo. Es solo un pequeño enamoramiento infantil, nada más, él va a crecer y se olvidará
Renjun no parece convencido —¿Si? ¿Cuánto tiempo ha estado creciendo?
Jeno aprieta su mandíbula. Él sabe que no tiene nada que decir a eso. Había esperado que Jisung creciera y se olvidará, había esperado no tener esa conversación con él, Había esperado evitar los sentimientos de Jisung, pero tal vez solo era un cobarde. Aún así, no soporta qué Renjun señale sus defectos, no cuando aún está un poco borracho y agotado.
—Lo manejare. –finalmente dice, con la voz cortada y molesta.
Renjun se encoge de hombros otra vez, algo molesto igual. —Lo que sea. No es como si me importara.
—Entonces ¿por qué lo haces tu asunto? –Jeno eleva la voz, la ira le da un chorro de energía. —¿Qué te importa si Jisung me ama? ¿Qué te importa si le correspondo a sus sentimientos o no? No necesitas saber, tenemos un acuerdo
Renjun le dirige la mirada, burlándose —Si, lo tenemos, me sorprende que puedas recordarlo
—¿Disculpa?
Renjun descruza sus piernas y se para. —Se supone que no nos meteriamos en la vida del otro, entonces no empieces a convivir tanto con mi abuela.
Jeno no puede creer la mezquindad, poniendo los ojos en blanco, la furia recorriendo en su sangre. —¿Esto es porque cene con tu abuela?
—Sin mí, es un poco extraño
—Me case con su nieto, tengo algunas obligaciones con ella
—¡No, no las tienes! — Renjun grita furioso, sus labios se fruncen profundamente. —Tú no vas a estar aquí el próximo año, Jeno. Tú no vas a estar en cualquier lugar cerca de ella el próximo año, así que ¿cómo vas a asumir la responsabilidad cuando te vayas? No hagas que te quieran para luego irte como si nada. –Jeno parpadea, sorprendido, la ira desapareciendo rápidamente de su pecho. Renjun lo mira, sus labios presionando una linea delgada. —Ya ha perdido a su hijo, no le dés un nieto solo para quitárselo nuevamente
La cara de Jeno cae y él toma un aliento tembloroso —Perdón...
—Sólo... –Renjun mira hacia otro lado y suspira, frotando su frente con su mano. —¿Podemos simplemente aceptar el contrato? Me mantendré alejado de tus asuntos y tú te mantendrás alejado de los mios.
Jeno asiente aturdido —Si
Renjun no lo mira de nuevo, subiendo las escaleras y cerrando la puerta de su habitación firmemente detrás de él.
Jeno suspira, cayendo en el sofá. El mira hacia sus manos, hacia la reluciente alianza de boda en su dedo anular, y se trata de recordar a sí mismo que no perdió algo. Solo cumplen el contrato, pero siente una presión en el pecho ante la idea.
