Jeno no tiene la intención de hacer que Jisung le enseñe a bailar el vals, realmente no. Es solo que Renjun le envío un mensaje de texto para decirle que no tenía tiempo, ni deseo de pasar horas practicando para un vals. Eso solo lo alborotó, la mente de Jeno fue de inmediato al peor resultado posible, hematomas y huesos rotos en el día de su boda en frente de una habitación llena de extraños. No, Jeno no se arriesgará.
Le pregunta a Jisung si podría usar su estudio en su universidad para practicar, así no tenía que hacer el ridículo. Jisung es muy amable, generoso, dispuesto a ayudar siempre que puede, insiste en ayudar a Jeno.
—Esta bien, quiero ayudar. -dice sonriendo.
Jeno frunce el ceño y piensa que la sonrisa no llega a los ojos de Jisung, no los arrolla en medias lunas, no aligera su tono. Parece hueco y no es algo que a Jeno le guste ver.
Jisung pone música y empieza a sonar música genérica de vals. Se acerca a Jeno y extiende sus brazos.
—¿Estas liderando o siguiendo? -él pregunta, ya transformado en modo de enseñanza.
Jeno suprime un escalofrío —Siguiendo, definitivamente siguiendo.
Jisung sonríe de nuevo y esta vez es genuino, divertido y afectuoso.
—Esta bien, hyung. Te guiaré.
Se acerca a Jeno y toma una las manos de este para ponerla sobre su cintura.
—El vals es un ritmo simple de tres tiempos. -dice Jisung colocando una de sus manos sobre el hombro de Jeno y deslizando sus manos libres juntas. —Vamos a caminar en una caja ¿está bien?
Jeno le dirige una mirada escéptica a Jisung, pero asiente. —Bueno.
—El pie derecho atrás-, dice Jisung, avanzando y guiando a Jeno con la presión de su mano. —Bien, ahora pie izquierdo a un lado. Pon tu pie derecho a lado de tu izquierda
Jeno lo sigue, mirando a sus pies, siguiendo los pasos de Jisung lenta y cuidadosamente. —Hyung, no mires a los pies.
—Si no miro mis pies, vas a salir de aquí con moretones –bromea Jeno, frunciendo el ceño.
La mano de Jisung se presiona con más fuerza en el hombro de Jeno. —El vals es sobre confianza y comunicación. Mírame a los ojos, te dirán a donde ir.
Jeno hace una mueca, mira hacia enfrente para mirar a Jisung, casi de inmediato pierde el ritmo y pisa el pie izquierdo del menor.
Jisung hace todo lo posible para reprimir la mueca, pero es obvio. —Lo siento.
—Ah, no, esta bien. –dice Jisung, sonriendo y volviendo a su posición. —Probemos de nuevo. Mireme a los ojos hyung, le diré a donde ir. -continúa y Jeno pierde su paso, o van en la dirección incorrecta. Jisung no se rinde y sigue instruyendo a Jeno, sin embargo al pasar de un par de horas Jeno se siente exhausto.
—Creo que hemos terminado por hoy. - dice finalmente, deslizándose contra la pared espejada para sentarse en el suelo.
Jisung deja escapar un pequeño suspiro, pero asiente, apaga la música y toma dos botellas de agua del refrigerador que guarda en el estudio. Le da una a Jeno antes de deslizarse para sentarse a lado de él. Juega sin hacer nada con la botella, desenroscando y volviendo a enroscar la tapa, mordiéndose el labio como si quisiera decir algo.
Jeno lo mira por el rabillo del ojo, toma un gran trago de agua y limpia el exceso de sus labios con el dorso de su mano. Pone la botella en el suelo y apoya la cabeza contra el espejo, inclinándose para mirar a Jisung por completo. —Di lo que quieres decir.
