El Año Nuevo en la casa Kim se siente extraño. Está ocupado y grandioso, con suficiente comida para alimentar a un ejército. Gotea de riqueza y espíritu festivo, está acostumbrado a eso, sin embargo, hay un calor subyacente que Jeno no ha experimentado en años. Le recuerda al Año Nuevo de hace mucho años, cuando su madre tenía una sonrisa brillante y Anton estaba aprendiendo a hablar.
Él espera que haya tensión. Él sabe que no será evidente, pero Anton no ha sido exactamente agradable con Renjun, y Taeyeon ya ha expresado su desconfianza hacia Jeno. De alguna manera, sin embargo, todo fluye sin problemas, y para el final de día, Jeno casi piensa que las familias encajan, se fusionan y se adaptan juntas de forma natural.
Jeno casi no se da cuenta de lo natural que es cuando Renjun se levanta bostezando al final de la noche y murmura que se irá a la cama. Jeno casi no se da cuenta de que se está quedando dormido en la sala de estar, escuchando a la abuela bromear con Anton sobre un juego de mesa que están jugando, como si hubiera escuchado los mismos cálidos altercados durante años, Anton perdió la primera ronda y parece decidido a ganar al menos una vez esta noche.
Jeno sonríe cuando oye a la abuela hacer un sonido cuando ve que Anton comienza hacer un movimiento.
—No me di cuenta de que querías terminar el juego tan rápido. –dice ella.
Anton hace un ruido repentino. —No he terminado mi mudanza
—Hmm...
Jeno parpadea y abre los ojos en el silencio y ve a Anton mirando a la abuela con los ojos muy abiertos. Él puede ver a ella reprimir una sonrisa. —Por supuesto, colocarías uno allí – finalmente dice la abuela, haciendo un gesto hacia un lugar en el tablero.
Anton establece su pieza rápidamente donde gesticuló. =Es obvio ¿no?
La abuela se ríe suavemente y Anton sonríe.
El pecho de Jeno se calienta, nunca antes les habían dado tanto cariño de abuelos. Es bueno que Anton pueda recibir un poco de ella, incluso si es solo temporal.
Frunce el ceño ante la idea, un escalofrío en su sangre. Él niega y se levanta, está pensando cosas inútiles de nuevo.
—Me voy a la cama –dice en cambio.
—Adiós, buenas noches hyung. –murmura Anton, con los ojos fijos en el tablero.
—Dulces sueños, amor –dice la abuela, sonriéndole dulcemente antes de que su mirada se agudice en Anton. —Hijo, mira y aprende.
Pone una pieza con un ruido fuerte y Anton hace un ruido angustiado.
Jeno sonríe, agarrando su taza y dirigiéndose a la cocina para colocarla en el fregadero. Él camina más despacio cuando se acerca a la cocina. Está casi seguro de haber escuchado el peculiar acento de Renjun.
—Estoy preocupada por ti
Jeno se detiene frente a la cocina al oír la voz de Taeyeon, no tiene motivos para estar escuchando. Debería dar un paso al frente y hacer conocer su presencia, pero cuando está a punto de dar el paso, se congela cuando escucha que Taeyeon continúa.
—No te abres tan fácilmente a las personas, pero cuando estás con él...
—Cuando estoy con él ¿qué? –pregunta Renjun, no del todo a la defensiva, pero cerca.
Ella suspira. —No necesitas que te lo diga, tú lo sabes mejor.
Jeno aprieta los labios, no tiene nada que hacer aquí. Él debería irse.
Él maldice en su cabeza y acerca su oído, tratando de captar las palabras de Renjun.
—Tendrás que ser más específica. –responde Renjun, desafiante.