Capítulo 01: Verdades a Medias

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🩸Sebastian🩸




~Día 369~




Parpadeo repetidas veces, mientras siento mi pecho pesado y mi pulso acelerarse.

Doy un par de pasos, mientras escucho a la niña empezar a llorar y en el momento en que doy el cuarto paso, Killian posa sus ojos en la pequeña y frunce su ceño mostrando una expresión de confusión y enojo.

—Killian —lo llamo, logrando que ponga toda su atención sobre mí —. ¿Si eres...? ¿Eres tú?

—Claro que soy yo, Sebastian. ¿No me ves? —con las manos hace un gesto —. ¿Dónde estamos?

En vez de responder, simplemente avanzo hasta donde está y lo abrazo, confirmando que, si es él, ya que reacciona al instante ante mi gesto y me regresa el abrazo.

Siendo sincero, evito a toda costa llorar, pero de un momento a otro los sentimientos me invaden y no me reprimo más.

—Oye, tranquilo. ¿Por qué lloras? —me separo de él.

—Es que estás aquí —limpio mi cara —. Diablos, en serio eres tú.

Siento que alguien más llega a mis espaldas y sé que es Aquiles en el momento en que aprieta mi hombro.

—¿También estás llorando, Aquiles? —pregunta observando a nuestro amigo —. No te he visto llorar desde que tenías 12 años —mira a su alrededor y frunces sus cejas al ver a las personas adultas que nos acompañan.

—Killian —volteamos al escuchar a Hanna.

—¿Sí? —él enarca una ceja y nos mira en el momento en que ella llega a nuestro lado e intenta tocar su cara.

Sin embargo, de la nada, ella se desploma en el suelo y con rapidez, antes de que se haga daño, Dominick, hace lo que puede para amortiguar el golpe.

—¡Hanna! —Jeison llega con rapidez, la toma en brazos y camina con ella hasta el sofá más grande para recostarla.

—¿Quién es ella? —pregunta él, curioso—. O más bien, ¿Qué es este lugar?

—Te explicaremos todo —responde Dominick y Killian sonríe, pero no sonríe por la respuesta, sino que porque nos ve completos.

—Chicos —los tres volteamos, al escuchar la voz de Amber y notamos que tiene lágrimas acumuladas en sus ojos.

Ella da un paso con la intención de acercarse más al chico que acaba de aparecer, pero en ese momento, el semblante de Killian cambia.

—Tú no te me acerques, maldita mentirosa.

La rubia frunce su ceño al escuchar esas palabras y cuando avanza un poco, Killian intenta alejarla empujándola del hombro.

Rápidamente, antes de que su acción ocasiona algo, yo alejo a Amber y Dom se encarga de mantenerlo a él en su sitio.

—Oye tranquilo —le digo —. ¿Por qué le hablas así? Es Amber ¿No ves?

—La veo, claro que la veo —se exalta —. Pero ¿Por qué la defiendes? ¿Acaso estuvo de nuevo con ustedes y la perdonaron? —sisea porque hay más personas cerca —. ¿Olvidaron lo que hizo?—arrugo mis cejas al escuchar lo que dice.

X - ENS: Las Cinco Bases © - Saga: X - ENS - Libro #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora