Capítulo 02: Formas de Destrozar

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🩸Killian🩸




~Día 369~




Cuando cierro la puerta a mis espaldas, me doy a la tarea de observar todo el lugar.

A pesar de que el sitio tenga colores blancos y sus variantes, si noto que los chicos le han puesto su toque. Puedo apostar lo que sea que las habitaciones de ellos, se han de asemejar mucho con las que teníamos en el orfanato.

—Killian —miro al frente, cuando Amber me llama —. Necesito darle de comer a la niña —extiende los brazos para que se la entregue.

—¿Aún puedes hacerlo? —asiente —. ¿Y si le das de comer luego? Es que... —miro a la pequeña, notando que su pulgar sigue en su boca —. Por favor, quiero más tiempo con ella.

—Ya se pasó su hora de comida.

—Amber —ella mira a Sebastian cuando la nombra —. Deja que la tenga un rato más. Aitana está de lo más cómoda.

—De acuerdo, pero si llora, me la traes —aparta el cabello de su cara —. Estaré en mi habitación.

Camina lejos para desaparecer y luego me centro en mirar a los chicos.

—Ahora sí. Necesito que me digan todo.

—¿Y con todo a que te refieres exactamente?

—Todo del todo, a partir de mi último recuerdo —me siento en el sofá.

—Pues te contaremos lo que nosotros recordamos —indica Dominick, imitándome —. Pero, antes tú dinos como es que recuerdas que ella estuvo con los cuatro, y no recuerdas todo lo que pasó antes de eso.

—No tengo idea —respondo, mirándolos a los ojos —. Es como si ese recuerdo de cuando nos enteramos de lo que hizo, la conversación que tuvimos Sebastian, Aquiles y... —mis palabras se cortan cuando siento un leve mareo y luego un ardor en mis ojos, que me hace cerrarlos.

—Tranquilos chicos, ella no hará que nos peleemos —escucho la voz de Dominick, en mi cabeza —. Nunca lograría eso. Además, deben admitir que tarde o temprano alguno caería y no solo lo digo por nuestro lado, sino también por el de ella. La carne es débil —esa última frase hace eco en mi mente.

—¿Killian? —siento que tocan mi brazo y me sobresalto, abriendo mis ojos —. ¿Todo bien?

—Me ardieron los ojos —murmuro parpadeando para que la molestia pase —. Se sintió horrible, pero recordé algo.

—¿Qué cosa? —pregunta Aquiles.

—A Dominick decir que Amber nunca haría que nosotros nos peleemos. Solo fue tu voz, pero dijiste eso y que era inevitable no caer por ella...

—Y que la carne era débil —completa y asiento —. ¿Solo recordaste eso?

—Sí —paso una mano por mi cara, desesperado —. Esto es muy frustrante.

—Con el tiempo tal vez recuerdes más cosas, no te obligues a eso.

—Es que, si estuvieras en mi lugar, entenderías que es molesto, Aquiles —murmuro, mirando a la niña —. No solo olvidé detalles de cosas que viví. Yo me perdí de mucho. No la vi crecer, ni estuve en su primer cumpleaños —peino su cabello rubio y la acción me hace recordar a Amber —. ¿Si lo festejaron?

X - ENS: Las Cinco Bases © - Saga: X - ENS - Libro #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora