Capítulo 34: Frente a Otros

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🩸Aquiles🩸




~Día 434~




Después de una larga espera y de que estemos aislados de las demás personas que entrenan aquí, llego el día de estar frente a otros, demostrando que tenemos más capacidad que ellos en esto.

Las miradas siguen en los cinco, lo que sin duda aumenta esa sensación de egocentrismo.

—Es raro volver a ver a estas personas —me dice Killian —. Con unas cuantas de ellas pues... Cogimos —dice bajo para que Amber —. Y con uno que otro chico, fuimos amigos —añade —. Pero, ahora, ellos ni siquiera nos miran como si nos conocieran.

—No deben mirarnos como amigos —indico —. Es más que obvio que ya saben que estamos muchos niveles arriba de ellos. Tal vez eso los hace envidiarnos u odiarnos.

—Pues esa pelinegra que está allá y que te follaste cuando tenías dieciséis, no te mira nada bonito —avisa y no siquiera busco a la persona que menciona, nada más me limito a levantar los hombros.

—No es como que me importe si me odia.

Ambos reímos un poco y nos concentramos en esperar a que Jeison, Gerald y Guzmán, lleguen a donde estamos.

—Oigan —buscamos a Dominick cuando nos habla —. Tenemos que hacer que saquen de dos personas de este sitio.

—¿Sacar a dos personas? —inquiero —. ¿A quién? ¿Y por qué? —se acerca del todo.

—Son esa chica de pelo color miel de allá y a ese tipo pelirrojo de esa otra esquina, y es por Amber. Ella les quiere sacar los ojos por algo que ambos le hicieron hace tiempo —busco a la chica hasta que doy con ella a unos metros de los tres, siendo levemente retenida por Sebastian.

—¿Te dijo que fue eso?

—No, obviamente. Pero, hay que hacer que se vayan.

—Relájate, madrazos —escuchamos a Sebastian —. Dije que te calmes —repite cuando ella da un paso y enseguida nosotros nos acercamos.

—No lo entiendes —sisea ella —. Esos dos me humillaron hace unos años. Me jugaron una broma horrible de la que nunca me voy a olvidar ¿Y quieres que me quede tranquila?

—El coraje es justificable, porque no por nada alcanzas ese nivel de enojo —hablo y me mira —, pero antes de ir, debes decirnos que pasó —nos observa a los cuatro.

—Yo tuve un gusto por ese cabello de zanahoria. Me atraía —murmura y me incorporo sintiendo molestia por lo que dice —. Sé que ellos dos eran esa típica pareja que terminaban la relación y regresaban a las semanas, siempre fue así, pero en una de las tantas veces que estuvieron meses alejados, yo, en mi ilusión, me acerque a él y terminamos estando juntos.

—Oye, no queremos saber lo que hacías antes —replico.

—Me pidieron que les contara, así que escucha para que entiendas —toma aire —. Resulta que ellos dos tenían algo planeado para hacerme caer y crear esperanzas de una relación. Él me envolvió en una burbuja de un absurdo enamoramiento y esa cabrona estaba atenta a todo, mientras ambos se reían de cómo me ilusionaba —observo como aprieta los puños —. Por eso quiero dejarla calva a ella y cortarle la lengua a ese otro.

X - ENS: Las Cinco Bases © - Saga: X - ENS - Libro #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora