X - ENS: Las Cinco Bases © - Saga: X - ENS - Libro #3

Capítulo 15: Una Salida y Cinco Regalos

🩸Amber🩸

~Día 389~

Salgo de la casa, acomodando la mochila con comida, que llevo, y camino hasta llegar a la entrada del conjunto residencial.

Los chicos ya se encuentran con Hanna en su oficina desde hace un largo rato, y la verdad, aunque ellos estuvieron molestos luego que se dieron cuenta de lo que hizo Martín, al día siguiente, se los veía bastante normales. Tanto, que un punto dude de la tranquilidad que mostraban cuando los tenía cerca.

Sin embargo, luego de usar mis propios medios para averiguar si tenían algún plan, llegue a la respuesta de que la situación está bajo control y eso se mantendrá así quieran o no.

De todas formas, luego de que anoche no pude conciliar el sueño por horas, tuve varias ideas de cómo evitar que el imbécil de mi ex se acerque a ellos, y en todas, sí o sí necesitaré ayuda, pero no quiero que esa ayuda venga ellos cuatro.

Lo que menos quiero es que intervengan, ya que es mi situación y mi venganza hacia Martín por dejarme abandonada.

Para cuando llego a donde quiero, ya veo a varias personas en el sitio y entre ellos a los chicos, los cuales tienen armas de diferentes tipos en sus manos.

Se toman su tiempo para examinarlas y yo solamente camino hasta el sofá donde dejo la mochila que traigo conmigo.

—¿Están contentos por salir? —escucho la voz de Hanna y cuando la miro me doy cuenta de que está con Aitana en brazos —. Cuídense entre ustedes ¿Sí? —asiento.

—¡Mamá! —grita la pequeña y me acerco para que venga conmigo.

—Puedes quedarte tranquila con dejarla aquí, cariño —me dice la doctora y tomo aire —. No la perderé de vista y las dos nos divertiremos hoy. Por algo me tomé el día libre.

—Pocas veces la dejo con alguien más. No me gusta alejarme tanto de ella.

—A ninguna madre le gusta alejarse tanto de su bebé —la niña sonríe un poco mostrándome sus dientes —. Feliz cumpleaños, por cierto —le doy una mirada rápida y le sonrío —. ¿Gustas que te entregue tu regalo ahora o cuando regreses? —inquiere ella y no respondo enseguida, ya que como Aitana me pide acercarse a sus papás, la dejo en el suelo.

—De acuerdo, ve un segundo —ella camina con rapidez y recién ahí le prestó atención a la mujer —. Ahora, antes de irnos, estaría bien.

—De acuerdo —murmura y de los bolsillos de su blazer saca una cajita negra que me extiende —. Espero te guste —quito la tapa de la caja, despacio, y dentro encuentro lo que parece ser un anillo plateado con apliques rojos.

Lo tomo entre mis dedos para detallarlo y sonrío al ver que tiene mi nombre en el interior.

—Es muy lindo —comento notando como la luz del sitio refleja en la joya haciendo brillar —. Y es una de las cosas materiales más caras que me han regalado.

—Era de Selena —la miro y levanto mis cejas.

—¿Era de ella? —asiente —. Pero, tiene mi nombre y parece de mi talla.