Capítulo 20: Victimizarse

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NOTA: EL CAPITULO ES BASTANTE EXTENSO, ESPERO LO DISFRUTEN.




🩸Amber🩸




~Día 399~




Siento la mirada de los chicos pesar en mí, más de lo que planeé, cuando solté lo que solté.

Sin embargo, yo solo miro a Hanna, ya que no voy a mandar mi plan a la basura por darles a entender a ellos que esto solo tiene el propósito de sacarlos de esta situación.

—¿Cómo que tú sabes dónde está? —pregunta la mujer —. ¿De qué hablas, cariño?

—Yo solo traté... Yo —hago mímicas en el aire para que sea más realista mi actuación —. No quería, en serio —tartamudeo y me obligo a evocar el peor momento de mi vida, para hacer que de mis ojos salgan lágrimas —. Solo me defendí... No pensé que... —continuo y miro a los chicos, al mismo tiempo que sale la primera lagrima.

—¿Qué es lo que quieres decir Amber? —pregunta Jeison.

—Martín quiso... No sé cómo entro a la casa, pero lo logró y él quiso... —mis ojos arden —. Me tocó, aunque le pedí que no lo hiciera, y yo solo me defendí.

—¿¡QUE!? —vociferan los chicos a la vez, y cuando los miro, solo niego, manteniéndome en mi papel mientras lloro.

—¿Amber que tratas de decir? —miro al hombre del uniforme.

—Nada más lo empuje porque quería hacerle daño a Aitana —miro a Hanna —. Pensé en mi hija, pensé en que no quería que le hiciera daño —añado subiendo el tono de voz, para sonar exaltada —. Tú entiendes ¿Verdad? —le pregunto —. ¿Tú familia es primero?

—Claro cariño, pero ¿Estás tratando de decir lo que creo que tratas de decir?

—Solo se golpeó la cabeza —contesto —. Nada más, y no volvió a reaccionar.

—Dios —murmura ella, pasando la mano por su cuello y mirando a donde se supone está Jeison —. Lamento eso, cariño —ella me abraza y dejo que lo haga, ya que no quiero arruinar todo lo que dije.

—Amber —oigo a Dominick, pero no me alejo de la doctora.

—Ustedes dos pueden retirarse, y no quiero que hablen de esto —les dice Jeison a los dos oficiales —. Necesito discreción, ya me encargo yo luego.

Escucho como salen y solo ralentizo mi respiración poco a poco.

—Ven, cariño. Toma asiento —ella me lleva hasta al sofá, pero no se sienta a mi lado —. Toma esto, te ayudara a relajarte —añade y me entrega algo que parece un dulce —. Tiene un poco de valeriana.

Meto a mi boca lo que me entrego y me doy cuenta que es similar a una gomita cuando se endurece.

—Amber, sé que no es momento, pero necesito saber una cosa —lo miro —. ¿Qué pasó con el cuerpo de Martín?

X - ENS: Las Cinco Bases © - Saga: X - ENS - Libro #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora