Los chicos se pusieron de pie de un salto. "Señor. Perry", dijeron Meeks, Charlie y Knox al unísono.
"Mantengan sus asientos, muchachos", dijo el padre de Neil mientras caminaba rápidamente hacia la habitación. "¿Cómo estás?"
"Bien, señor. Gracias", respondieron.
El señor Perry se quedó cara a cara con Neil, quien se arrastraba incómodo. "Neil, he decidido que estás realizando demasiadas actividades extracurriculares. Hablé con el Sr. Nolan al respecto y acordó dejarte trabajar en el anuario escolar el próximo año", dijo, y luego caminó hacia la puerta.
"Pero, padre", gritó Neil. "¡Soy el editor asistente!"
"Lo siento, Neil", respondió el Sr. Perry con rigidez.
"Pero, padre, no es justo. Yo..."
Los ojos del señor Perry miraron fijamente a Neil, quien se detuvo a mitad de la frase. Luego abrió la puerta y le indicó a Neil que saliera de la habitación.
página 15
