notas en el saxofón, luego de repente se detuvo como en trance, comenzó a hablar: ""Riendo, llorando, dando vueltas, murmurando, tengo que hacer más. tiene que ser más
Tocó unas cuantas notas más en el saxofón y luego, hablando más rápido que antes, continuó: "Caos gritando, caos soñando, llorando, volando, ¡tiene que haber más!". ¡Tiene que haber más!"
La cueva estaba en silencio. Luego Charlie tomó el instrumento y tocó una melodía simple pero impresionante. Las miradas escépticas en los rostros de los chicos desaparecieron mientras Charlie continuaba tocando, perdido en la música, y terminando con una nota larga e inquietante.
Los niños se quedaron en silencio, dejando que el hermoso sonido los invadiera. Neil habló primero.
"Charlie, eso fue genial. ¿Dónde aprendiste a tocar así?"
"Mis padres me obligaron a estudiar clarinete, pero lo odiaba", dijo Charlie, volviendo a la tierra. "El saxo es más sonoro", dijo con un acento británico burlón.
De repente, Knox se levantó, se alejó del grupo y gimió su tormento. "¡Dios, no puedo soportarlo más! ¡Si no tengo a Chris, me suicidaré!"
"Knox, tienes que calmarte", dijo Charlie. "¡No, he estado tranquilo toda mi vida! ¡Si no hago algo, me matará!"
