"¿Adónde vas?" Neil llamó mientras Knox salía de la cueva.
"La voy a llamar", dijo Knox, corriendo hacia el bosque.
La reunión de sociedad terminó abruptamente y los chicos siguieron a Knox de regreso al campus. Puede que Knox no muriera de pasividad, pero era muy probable que muriera de vergüenza si llamaba a Chris, y los prometidos de la sociedad se sentían obligados a apoyar a su colega poeta.
"Tengo que hacer esto", dijo Knox mientras levantaba el teléfono del dormitorio. Los niños lo rodearon protectoramente mientras él marcaba con valentía su número de teléfono.
"¿Hola?" Knox escuchó la voz de Chris al otro lado del teléfono. Entró en pánico y colgó.
"¡Ella me odiará! Los Danburrys me odiarán. ¡Mis padres me matarán!" Miró a los demás tratando de leer sus rostros. Nadie dijo una palabra. "Está bien, ¡maldita sea, tienes razón! 'Carpe Diem', aunque me mate".
Cogió el teléfono y volvió a marcar. "¿Hola?" Escuchó su voz.
"Hola, Chris, soy Knox Overstreet", dijo. "Knox, oh sí, Knox. Me alegra que hayas llamado".
"¿Eres?" Cubrió el teléfono y les dijo a sus amigos con entusiasmo: "¡Se alegra de haber llamado!".
"Quería llamarte", dijo Chris. "Pero no tenía el número. Los padres de Chet van a salir de la ciudad este fin de semana, así que Chet va a dar una fiesta. ¿Te gustaría venir?"
