𑁍 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐓𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚 𝐲 𝐔𝐧𝐨 𑁍

264 34 9
                                    

Los nervios que siente se calman cuando la música les envuelve.

Los tonos naranjas, marrones y amarillentos le envuelven, no son colores llamativos que pueden lastimar la vista de uno, sino todo lo contrario, eran colores más neutrales que no le afectaban a la vista de ninguno de los recién llegados.

Las manos de Regulus sudan, sudan demasiado, y es por el hecho de tener a Thomas Riddle a su lado. El baile de calabazas ha comenzado, la música que hay alrededor llena sus oídos, de hecho, incluso parece hacer que el cuerpo de los demás se mueva de manera automática, como si realmente fueran parte del ritmo mismo.

—Reggie, ¿A dónde quieres ir ahora?— interrogo de pronto Tom, sacándolo de sus pensamientos y haciendo que le mire

—Yo, realmente no lo se— niega con el rostro sonrojado por lo ocurrido

—¿Puedo opinar?— pregunto de pronto Luna, mientras le miraba a todos los presentes

—¿Qué propones?— interrogó Neville, quien llevaba un abrigo largo sobre sus hombros, y miraba todo a su alrededor

—El programa dice que el baile comenzará a las diez— señalo Luna, dándole una mirada rápida a su reloj —Tenemos tiempo, talvez, podamos pasar por los bocadillos

No era una mala idea. Siguiendo el consejo de Luna, fuero a la mesa de bocadillos, donde pudieron ver a Marlenne con Peter, ambos llenando sus manos con los dulces de coco que había cerca de una esquina.

—Ya se me hacia extraño que decidieran venir al baile de calabazas— comentó de pronto Tom, dándole una sonrisa burla a su mejor amigo y a la morena

—¿Y perdernos la comida gratis? Ni de chiste— aseguró la morena de rizos alborotados, mientras metía uno de los dulces a la boca

—Marlenne, a veces me sorprendes, ahora se que debo de tener comida a la mano para convencerte de ir conmigo a donde desee— se burló Regulus, mientras apoyaba suavemente su peso sobre el cuerpo de Tom

—Oh querido, ten bocadillos picosos y de coco e iré al fin del mundo por ti— comentó alegre la morena

—Es gratificante escuchar aquello— se burló con calma Neville

El sabor del dulce se derrite en cada uno de ellos, degustan aquel sabroso postre que todos prueban, cuando escuchan gritos de alegría, eufóricos que venían desde donde estaba Evans y su grupo de amigos.

—Me sorprende no ver a Potter cerca de ella— comentó de pronto Marlenne

Aquello era cierto, era sorprendente no ver a James Potter cerca de Evans, pero tampoco era que les importará.

El baile de calabazas parecía más noche donde la universidad de Hogwarts estaba reunida para olvidar la diferencia que tenían con otros, incluso cuando no era así...

Mientras la noche avanzaba, pudieron ver a algunos profesores prendiendo pequeñas antorchas para ahuyentar los chupadores de sangre que eran los mosquitos. Sentados sobre una de las múltiples mantas que había en el patio de Hogwarts, estaban Tom y Regulus juntos y solos, al pensar de Luna quien se había llevado a su hermano y amigos para darles privacidad.

—No puedo creer que Luna haya corrido a todos— suspiró y se sonrojo Regulus, mientras movía con nervios sus pies

—Era justo que tuviéramos tiempo juntos, ¿No? Creo que te había prometido una cita sin sexo de por medio— señalo Tom con calma

Las mejillas de Regulus se vuelven rosadas, ¿Había recordado eso Tom? No podía creerlo.

—Agradezco que lo recuerdes, aunque yo no lo hago muy bien— se avergonzó Regulus, mientras se acomodaba y apoyaba su peso con el del más alto—. ¿Estaría mal besarte?

𝐋𝐚 𝐍𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐕𝐢𝐝𝐚 𝐃𝐞 𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 «𝐑.𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora