𝐋𝐚 𝐍𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐕𝐢𝐝𝐚 𝐃𝐞 𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 «𝐑.𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤»

𑁍𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐓𝐫𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚 𝐲 𝐬𝐢𝐞𝐭𝐞𑁍

Tom tarareo mientras caminaba por los pasillos de la prisión de San André. 

Su futuro abuelo (mismos que aun le sorprendía) le dijo a sus padres que Dumbledore quería hablar con él, creyó que podría ser que el viejo ya estuviera loco, pero cuando menciono la palabra magia, Tom supo que había algo más. 

Su madre se había vuelto paranoica, creía que Albus Dumbledore se habría vuelto loco, pero Tom sabía que no era así. El maldito anciano estaba perfectamente cuerdo y si hacía mención de la magia, era porque él recordaba. 

Sus tenis no provocan ningún ruido, de hecho, parece que no pueden provocar ni siquiera el más mínimo ruido. Sus ojos azules se habían vuelto nuevamente rojos, un recordatorio de una vida pasada, que aunque no podía olvidar; ya había aceptado y perdonado, pero lo que no perdonaba, eran las acciones de Dumbledore para con su familia.

Sus ojos observan a todos, su magia se ha desplegado dejando a varios de los prisioneros desmayado y a los guardias, aturdidos y adormilado, parecían que ninguno de ellos lo estaban viendo, ni a él ni a Cuervo, quien estaba emocionada, era como si volviera a los pasillos de Azkaban.

—Amo, ¿Puedo comerme a algunos de ellos?— preguntó Cuervo, mientras observaba a todos y cada uno de ellos —Huele a pedófilos, y asesinos

—Te puedes comer a uno, pero aun no — sentenció Tom

Cuervo sisea emocionada. Pronto llegan al pabellón «B» donde en la celda 78, Albus Dumbledore observó al frente y sonrió.

—Hola Tom— saludó él mientras lo observa con sus ojos azules

—Dumbledore— dice con calma y lo observa con determinación —Te ves del asco

—Tus palabras siempre son agradables— asegura, mientras se pone de pie y se acerca a los barrotes —Dime, ¿Para qué estás aquí? ¿Para regodearte?

—En parte— se burla y mira al frente —¿Por qué nos estabas acosando?

—¿Acosar? No querido muchacho, solo los estaba observando, quería asegurarme de que alguien como tú pudiera sentir amor— dijo el mayor

—¿Qué sabes lo que es amar?— se burló Tom, para después sacar su varita —No amas a nadie, solo buscas seguir arriba del pedestal, todo por tu bien mayor

—Oh Tom, tu solo eres una pieza para tu familia— dijo el hombre mayor —Nunca sabrás lo que es amar

—¿Nunca? Oh viejo, creo que eres tú el que está cayendo, eres tan predecible, siempre has protegido aquellos que sabes que lamerán el suelo por el que caminas, pero lamento desilusionarte, yo he ganado— aseguró Tom —Gane desde el momento en que alce las barreras de mi hogar para proteger a mi familia, cuando protegí a la persona que amo

—¿Amas? ¿Qué harás cuando el joven Black se aburra de ti?— preguntó Albus, sabiendo que Tom había tenido años pasados

—Nunca se cansará de mi, cometí el error de dejarlo huir en mi primera vida, pero no lo volveré hacer— aseguró Tom, mientras sus ojos rojos, brillaban de manera escalofriante —Regulus es mi alma gemela, es lo que necesito para mantenerme cuerdo

—¿Y Spencer?

Mala elección de palabras. Regulus podía ser el amor de su vida, su alma gemela, la armonía en su magia, pero Spencer era su niño, el niños de sus ojos, era aquella inocencia que él había perdido años atrás, era la rosa blanca en un mundo podrido.

—¿Con qué derechos mencionas a Spencer?— pregunto con voz sería, una de las venas de su cuello palpitaba de manera preocupante 

—Mi querido muchacho, ¿No recuerdas que ya mataste a un hermano? ¿Qué impedirá que mates a otro?