𝐋𝐚 𝐍𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐕𝐢𝐝𝐚 𝐃𝐞 𝐓𝐨𝐦 𝐑𝐢𝐝𝐝𝐥𝐞 «𝐑.𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤»

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐓𝐫𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚 𝐲 𝐓𝐫𝐞𝐬

Spencer se sentía perdido y si no se dejaba llevar por la depresión, era gracias a su familia, amigos y el propio Charlie. 

Tom llevaba un mes en estado critico y no sabía cómo era que seguía viviendo. Tal vez era por la magia que él poseía, tal vez su tiempo en la tierra era especial, pero no lo sabía a ciencia cierta.

Al día siguiente de cuando Tom ingreso, los Potter habían tenido el atrevimiento de aparecer, con ellos, la hermana mayor de Evans, Petunia Dursley. Si bien los padres de Potter negaron que su hijo hubiera portado un arma, Petunia afirmo contra todo pronostico e incluso con una alta probabilidad de que Euphemia Potter quisiera golpearla, que había escuchado a Lily y a James decir que jugarían con un arma en la escuela, pero cuando le dijo a sus padres, estos se negaron a creer que su hija hubiera tratado de hacer algo, por lo que sin pena alguna, Petunia, junto a su esposo Vernon, contaron todo lo que sabían. 

Quien viera a Vernon creería que sería un hombre de mente estrecha, pero sorprendentemente se había tomado bien que Regulus se presentara como el novio de Tom, incluso les deseo felicidad absoluta y les pidió que le avisarán cuando Tom despertara, quería darle disculpas sinceras. 

Los Potter por su parte no se habían presentado. Ni Euphemia al trabajo, ni Fleamont, aunque con este último, se susurraba a voces, pero discretas que este mismo poseía una amante, ¿Quién? Nadie sabía. 

Mirando a su hermano, sintió que sus ojos se llenaban de lagrimas. Cuervo se había mantenido escondida en la parte baja de la cama, justamente donde estaban los soportes mismos, la podía escuchar gracias a los siseos, pero aun así, estaba muy preocupado. 

—Deja de sisear— pidió en voz baja —Él no te va a responder, él... él... Cuervo...

Sus ojos se llenan de lagrimas, ¿Por qué perder a un hermano de esa manera? ¿Por qué ahora? Él, quien siempre había sido más débil que Thomas y Tom, se sintió como un fracaso al no poder ser el hermano mayor que se necesitaban ellos.

—Lo siento— susurró —Se que Tom me confesó la verdad, él necesitaba un hermano mayor, pero... Nunca he podido serlo, nunca he podido... Oh dios.

La cabeza de Cuervo se asomo. Seguía siendo una serpiente, pero podía comprender a su joven cría. Habiendo notado el vínculo que ambos portaban, era más que claro que se querían, que se pequeño niño no mágico con olor a galletas, era lo que su cría siempre había desea, un hermano. Y si sus cuentas no fallaban, su cría era mayor que la cría galleta, por lo que era lógico que lo cuidará mucho.

—Lo lamento— siseo —Sabía que había algo malo, pero llegue tarde, pequeña cría 

—No te entiendo— niega Spencer, mientras le mira y acaricia la cabeza del reptil —Lo siento 

Cuervo sisea de nuevo. El pequeño humano tiene razón, no le entenderá, pero eso no quiere decir que vaya a dejarlo solo, lo protegería.

—¿Spencer?

Su padre se acercaba. Al igual que él, su padre luce más pálido, no había rastro del atractivo doctor Riddle, sino que estaba un padre preocupado, asustado de la vida de su hijo más joven, llevaba una barba que nunca antes había estado ahí, también había una sombra de tristeza que había alrededor, incluso lucía algo delgado. 

—Papá— dice en voz baja, notando que su madre no esta cerca —¿Dónde esta mamá?

—Logre que pudiera dormir, tu abuela le dio un té que sinceramente mejor ni pregunte su contenido mientras le ayudará— expresó él, mientras revisaba la heridas ya curadas de su hermano—. Deberías ir a dormir un poco, yo me quedaré

—No puedo— susurró con voz rota y mirando a su hermano —Se supone que tenía que protegerlo, pero mira, dos veces en menos de un año que casi lo perdemos, mi hermano, mi hermanito...

Las lagrimas bajan por el rostro de Spencer. Como desde hace cuatro semanas, desde que tuvieron que entubar a su hermano porque James Potter se había atrevido a disparar una segunda bala al pulmón de su hermano, y ahora, oh por dios, su hermanito estaba en el limbo de la vida y de la muerte misma y eso le daba mucho miedo. 

—Oh papá— gimoteo él —Debí de haber sido yo, ¡No él!

Los ojos azules de Louis se llenan de lagrimas y abraza a su hijo. Ver a Thomas postrado en una cama era difícil, le rompía el corazón y saber que Spencer estaba dispuesto a cambiar de lugar con el menor, le hacía dolor más el corazón. Habiendo creciendo juntos, ambos hermanos eran como uno mismo, gemelos se atrevería a decir, pero verlos sufrir de esa manera era doloroso, demasiado a decir verdad. 

—No querido, no pienses en eso— pidió Louis, mientras acariciaba los cabellos de hijo —Ah Tommy no le gustaría verte así 

—Lo sé y es lo que más me duele— aseguró Spencer 

Porque lo hacía, ese dolor lo estaba matando lentamente, de una manera que haría quebrar a más de uno, que haría sufrir a todo aquel que estuviera cerca de ellos. 

Luna, Charlie y Neville sabía que tendrían que intervenir de una buena vez. Con Tom en el hospital, los Potter había alegado que James se había protegido en defensa propia y aunque estaba el testimonio de muchos, el dinero que los Potter soltaban, los mantenían fuera de la ley. 

Sus ojos azules siguen la figura de un campante James Potter caminando por Hogwarts. Más de uno le mira con recelo, el favoritismo absurdo de Dumbledore hacía aquel horrible ser, era mucho, tanto que el anciano se había atrevido a señalar a Tom como si fuera culpable de lo que estaba ocurriendo. 

—¿Qué haremos?— interrogó Neville mirando al sujeto reír de algo que Pettigrew había dicho sin dudar

—No podremos hacer nada hasta que Dumbledore no lo este vigilando para que nada malo le pase— se burló Luna, observando desde el otro lado al director, quien parecía ser el niñero personas de James—. ¿Habrá una forma de sacarlo del medio?

—Empujándolo por las escaleras— expresó Charlie de pronto, mirando al hombre que claramente ya no estaba en ninguna de sus gracias 

—Cerca, pero no sería lo mejor— negó Luna, mirando al hombre que en una vida pasada habría tenido un poco de su respeto—. Aunque podemos adelantar su muerte 

—¿Cómo?

—Fácil, tenemos magia y él no— sonrió con calma Luna 

Sus ojos azules brillaron de manera escalofriante, cuando de pronto escucharon la voz de James Potter.

—Fue solo un disparo, no debería de ser para tanto— se burló 

Muchos le miran mal, están molestos, furiosos, indignados que James Potter siguiera libre era solo la prueba de la arrogancia que los Potter tenían, sobre todo, porque Dumbledore los apoyaba.

—¿Qué haremos?

—Déjame lo a mi

Luna mira a James Potter. Amaba a Harry, fue su mejor amigo, pero no podía dejar que él se saliera con la suya, lo haría caer en la locura, lo haría romperse, ella misma lo guiará hacia la locura total.

Harán lo que sea para que Tom Riddle pueda despertar.