-¿Has visto a Raúl? -Ursula sacude la cabeza. Miro a mi alrededor frenética, Raúl es el único que puede sacarme de esta situación, ya que es el único que conozco que viene a la universidad con coche, los demás vivimos demasiado cerca, o en las residencias.
-No, hace horas que se ha ido. -Me explica Ursula. -¿Y por qué no llamas a Ribeltta?-Pregunta insegura. Sacudo la cabeza.
-Sería peor. Mucho peor. -Le replico en respuesta. Lo único que puedo hacer es quedarme escondida dentro de la universidad y rezando para que no les dé por entrar. -¿Si llamo a Raúl él se acercará? -Le pregunto a Ursula. Ella niega con la cabeza.
-Tiene una cita con Raquel, y no creo que le guste que le interrumpas. -Me responde.
Suspiro. No puedo llamar a Lucas, es probable que ni tan solo pueda venir a recogerme.
Además seria peor que los paparrazzi nos pillaran de nuevo juntos.
Tendré que salir y enfrentarme a ellos.
Debo ser el único ser humano que vestida con cualquier cosa, y sin arreglar, decide enfrentarse a unos periodistas hambrientos.
Trago saliva, me despido de Ursula y salgo de la universidad.
Me pongo la capucha de la sudadera para intentar pasar inadvertida.Camino a paso rápido, pero en cuestión de segundos los tengo encima de mi, preguntando estupideces y grabandome o echandome fotos.
-¿Es verdad que Lucas piensa pedirte la mano? -Cuando oigo eso casi me atraganto con mi propia respiración, pero no le hago caso, sigo mi camino sin importarme y sin responder.
-¿Ribeltta y tú vais en serio?
-¿Qué piensa Amanda Scrafh de todo el asunto?
-¿Es verdad que habéis tenido una discusión por Ribeltta?
-¿Es verdad eso de que Lucas Ribeltta piensa abandonar el Real Atlético Español ? -Sigo caminando, detrás de la capucha, intentando no hacerles caso en nada, hasta que de pronto se detiene un coche delante de mi.
-Sube. -Reconozco la voz. Abro la puerta del copiloto y me meto sin pensármelo. Los periodistas nos hacen fotos, pero las ventanillas translúcidas no creo que dejen pasar nada y me alegro, lo último que necesito ahora es más polémica, y menos con el capitán del equipo.
-Gracias. -Le digo a Dani. Él me dedica una sonrisa de apoyo.
-Se nos había pasado por la cabeza que pudiesen averiguar quien eras y que apareciesen en tu universidad. -Me explica.
-¿Nos? -Pregunto intrigada.
-Sí, Lucas y yo. -Explica de la nada.
-Ah. - ¿Cómo me he visto en una situación así?
Nunca pensé que estaría así, al menos no en este lado. A lo mejor haciendo de periodista, pero no perseguida por ellos.
Apoyo la frente en la ventanilla, sin preocuparme donde me lleva Dani, hasta que le veo entrar en una zona residencial.
Arrugo la frente y le miro.
-¿Donde estamos? -Le pregunto cuando se detiene delante de una casa.
-En casa de Lucas. -Abro la boca con sorpresa. ¿Se puede saber para qué me trae a casa de Lucas Ribeltta?
Bajo del elegante coche y miro la casa.
No es lo que pensaba que tendría un futbolista de elite.
Es modesta, no es para nada extravagante, es más si tuviera un poco más de ingresos seguramente yo escogería una casa igual.
Dani llama al telefonillo y segundos después se abre la puerta principal en un chasquido.
Cuando entramos, veo a Lucas sentado en el sofá, con un diario y una sonrisa en la cara mientras habla con alguien.
-Escucha esta. -Dice. -Amanda podría estar furiosa por la chica nueva de Ribeltta, así nos lo ha dejado saber por su último tweet. "Hago lo que quiero con mi vida, y él puede hacer lo mismo, pero no por eso debe salir en todas las noticias."-Lucas suelta una carcajada y la risa femenina de mi derecha hace que dirija la vista allí, hay una chica sentada en la encimera de la cocina conjunta.
Pero no es cualquier chica, es Amanda Scrafh.
Está sentada comiendo lo que parece patatas de bolsa. Lleva una camiseta que le llega hasta el ombligo y unos pantalones piratas, que le quedan muy bien. Su pelo negro está recogido en un moño mal hecho y lleva unos pendientes de aro, bastante grandes.
A su lado parezco el patito feo que se ha colado en una fiesta de cisnes.
-Han mal interpretado mi tweet al completo. Que cabrones. -Responde con indiferencia con una sonrisa. Dani a mi lado carraspea y Lucas y Amanda dirigen su mirada a mi.
Amanda de un salto aterriza al suelo y se acerca a mi con una sonrisa.-Debes de ser Verónica. La chica misteriosa. -Exclama con una sonrisa. Frunzo el ceño. Ella me abraza con una sonrisa. -Soy Amanda. -Se presenta, como si yo no supiera quien es.
-¿Me he perdido algo? -Pregunto, dirigiendo mi mirada hacia el futbolista sentado en el sofá.
-Olvida todos los rumores que hayas oído o leído. -Dice Lucas levantándose del sofá. La quita una patata a Amanda y ella le pega un manotazo.
Él pone un mohín y ella sonríe.
¿Estos dos están liados?
-Amanda y Lucas no salen. -Me saca de mis dudas el capitán. Pues lo parecen.
-Ah. Muy bien. -Murmuro sintiéndome incómoda.
¿Qué hago aquí, en casa de Lucas Ribeltta, junto con Amanda Scrafh?
-¿Te han acosado? -Pregunta Lucas acercándose a mi.
-La he pillado en medio de una manada de periodistas hambrientos. -Responde por mi Daniel.
-Bienvenida a la fama, cariño. -Murmura Amanda con una mueca. -Va a ir en peor, ya lo verás. Ni tan sólo podrás salir de tu casa. -Murmura resentida. Me doy cuenta de que me equivoqué al pensar que fue ella la que inventó el rumor de Lucas y ella, y que en realidad no le gusta la fama tanto como había pensado yo.
Lucas se detiene delante de mi y yo le doy un golpe fuerte en el pecho.
-Ay. Joder. -Se queja mientras se soba la parte afectada de su pecho. -¿A qué vine esto?-Replica frunciendo el ceño.
-Por tu culpa, idiota. Estaba muy bien antes de que se te ocurriera la idea de salir por allí. -Dani intenta esconder una sonrisa, mientras que Amanda suelta una risa.
-Vaya cuñado, no ha sido muy listo de tu parte hacer eso. -Se ríe Amanda. ¿Cuñado? ¿Lucas y Amanda son cuñados? ¿Acaso Lucas está con la hermana de Amanda? ¿O al revés?
Y nadie parece dispuesto a explicármelo.
-Sientate Vero, va a pasar un largo rato hasta que puedas volver a tu casa. -Me dice Lucas mientras se sienta en el sofá cogiendo de nuevo el diario que tenía. Amanda vuelve a su sitio, encima de la encimera, y Dani coge sitio al lado de Lucas.
-¿Qué? -Pregunto, parece que se estén riendo de mi.
-Verónica, seguro que tu calle debe de estar llena de esos cabrones. -Me explica Amanda. Y al ver la mirada que le dedica Lucas rectifica rápidamente. -Oh, mierda, lo siento. -Dice dándose cuanta de que yo quiero ser periodista.
-En realidad si que son unos cabrones, porque me obligan a quedarme aquí. -Replico caminando hacia un taburete que hay cerca de la encimera.
-¿Eso es malo? -Responde con una risa Lucas. La mirada que le dedico deja claro que si.
Este será el día más largo de mi vida.
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La respuesta no es la huida
RomanceLucas Ribeltta es un futbolista conocido mundialmente. Verónica una estudiante en último curso de periodismo. Lucas por una extraña y desconocida razón se niega a conceder entrevistas, y Verónica sabe que es porqué él guarda un secreto, un secreto q...