La respuesta no es la huida

Caída desde lo más alto

LUCAS RIBELTTA

Soy el último en subirme al autobús que nos llevará hacia el aeropuerto, para volar a Sevilla, y cuando entro Mark es el primero en pronunciarse por encima de todo el ruido que hay en el autocar: —Llegas tarde, señor responsabilidad, ¿Verónica ha querido un asalto de buena mañana o qué?—Dice en alto, despertado más de una risa.

No le hago caso y cuando paso por su lado para sentarme en mi sitio a lado de Dani, le doy una colleja, a lo que él se queja.

—El míster ha querido hablar conmigo. —Le explico a Dani que me mira expectante, a la espera de una razón de porqué he entrado tarde todo y que había sido uno de los primeros en llegar.

—¿Sobre? —Dice acomodándose, a pesar de ser enero, hace bastante calor, o al menos ahora mismo y aquí, y sospecho que cuando lleguemos a Sevilla, empeorará. Dani se quita la chaqueta de chándal que complementa al atuendo oficial que llevamos todos y yo imito su acción, después de trastear con el aire acondicionado que tenemos encima de nuestras cabezas.

—Sobre los amistosos de la semana que viene con la selección, a los que deberemos asistir tanto tú como yo. —Le explico, dado que Dani también es capitán de la selección, y él como yo hemos sido convocados para jugar con la selección en junio, pero también iría bien que aparecieramos por los amistosos.
—¿Cómo terminaste tú cumpleaños? —Mark se inclina sobre su asiento para mirarnos a los dos, interrumpiendo así, cualquier cosa que Dani fuera a contestarme.

—Durmiendo, ¿cómo más iba a terminarlo?—Le replico, aunque se muy bien lo que él quería que le dijera.

Un técnico de la stuff aparece cortando la contestación de Mark, y le pide su documento acreditativo, Mark se lo entrega y él apunta algo en su lista, y pasa a hacer lo mismo conmigo y con Dani.

Cuando sigue por el pasillo del bus para seguir pasando lista, Mark devuelve su atención a mí.

—¿Entonces de que sirve tanta charla sobre las relaciones, si ni siquiera tienes sexo? —Pregunta intentando molestarme, ruedo los ojos, los gemelos se sientan a mi izquierda.

—¿He oído sexo? —Pregunta Dylan. Oigo a Dani reírse mientras sacude la cabeza, y cuando Mark pasa a explicarle la chica que se ligó el finde pasado en una discoteca del centro, decido desconectar.

Me pongo los cascos, no sin antes oír al míster dando el planning que seguiremos una vez lleguemos a Sevilla, y me subo la música al volumen más alto.

Una vez el avión aterriza en la ciudad española, todo la plantilla nos dirigimos hacia el autocar que nos llevará hacia el lujoso hotel.

Una vez allí, comemos, y luego bajamos hacia la sala de exposiciones de la que dispone el hotel, donde el míster nos espera para darnos la sesión teórica, me siento con Dani a mi izquierda y Scott a mi derecha.

El míster empieza con su explicación sobre la táctica tanto ofensiva como defensiva del Unión Sevilla F.C.
Empieza a pasarnos diferentes partidos llevados a cabo contra este equipo y con un puntero láser empieza a señalar diferentes puntos de las imágenes que su asistente congela cada cuando es necesario, para indicarnos tanto lo bueno que hacemos, por ende debemos seguir esas mismas tácticas, como lo malo, para que no lo repitamos en el partido de hoy.

Finalmente cuando pasa a darnos la táctica ofensiva que seguiremos, la cuál me incumbe a mí y a los gemelos, y luego la defensiva que incumbe a los defensas del equipo, da por terminada la sesión teórica, y nos da un margen de media hora para descansar, con la condición de no salir del complejo, para luego irnos hacia el estadio, donde debemos llevar a cabo el entrenamiento antes del partido, debemos también en esa media hora cambiarnos, coger nuestras cosas e ir al bus que nos llevará a donde se llevará a cabo el partido.