Perdido.

1.9K 90 18
                                    

Empiezo a recoger mis cosas, Lucas se ríe cuando ver mi reacción.

-Ey. -Me llama la atención cuando me levanto.

-Vete a la mierda. -Le replico. Salgo de la cafetería bastante irritada.

-¿Dónde vas? -Pregunta caminando a mi lado en dirección contraria de donde se encuentra su coche. -Venga va, te llevo a casa. -Me dice.

-Cogeré un taxi. -Le replico.

-¿Desde aquí hasta tu apartamento? Te costará una fortuna.-Me informa. Bufo.

-Pues cogeré el metro. -Le digo sin detenerme a mirarle.

-No hay ninguna estación cerca. -Me deja saber con una sonrisa de suficiencia.

-Pues el bus. -Digo dispuesta a no ceder, es un maldito idiota.
Claro que no sabe que con estupideces como la que acaba de decir en la cafetería me hace bastante daño.

-No sale ninguno en menos de una hora. -Me informa cada vez más seguro de que terminaré volviendo con él, pero como no me detengo me obliga a hacerlo. Me coge del brazo y me detiene el paso. -¿Qué? -Demanda mirándome fijamente.

-¿Te parece divertido? -Le reto.

-No lo decía en coña. -Me dice tranquilamente.

-Ya sé que no lo hacías. -Le espeto. -Y ese es el problema, ¿quieres ser mi novio para tener vía libre a acostarte conmigo? -Le espeto irritada intento zafarme de su agarre con una sacudida violenta pero él no cede, me coge con firmeza y seguridad. -¿Piensas qué seré tu Leire 2.0? -Le levanto la voz.

-No he dicho eso. -Contesta bastante calmado. Y su calma me pone incluso más nerviosa. -Pero aún no veo el problema, no necesariamente tengo que estar enamorado de ti para querer salir contigo. -Su afirmación me sienta como una patada. Me suelto de su agarre esta vez con éxito y me pongo a caminar hacia su coche.

-No cuentes conmigo para tus líos, buscate a otra que te haga el favor, por ejemplo Judit. -Le espeto intentando calmar mi enfado. Noto de nuevo la mano de Lucas deteniendome.

-Lo siento, ¿vale? A veces olvido que hay chicas a las que no os gusta algo tan directo. -Me dice y no sé si intenta arreglarlo o empeorarlo.

Chicas, en plural.

Inspiro y expiro intentando calmar mi enfado para que no note que detrás de todo hay algo más que una Verónica enfadada e indignada por semejante proposición.

-Llevame a casa. -Pido. Lucas suspira antes de soltarme la muñeca. Asiente mientas camina a mi lado hacia su coche.

Cuando llegamos a mi apartamento Lucas me detiene antes de salir del coche.

-Oye, prometo no volver a molestarse con algo así, ¿bien? -Asiento dispuesta a salir de nuevo de su coche. Me coge de la muñeca haciendo que vuelva a sentarme. -Mirame. -Lo hago. -Lo siento. -Asiento. -¿Todo bien? -Cierro los ojos.

-Si, no te preocupes. -Digo tranquila una vez más dispuesta a irme y lo logro porque me suelta la muñeca y logro llegar a mi piso sin problemas y sin mirar atrás.

Me dejo caer en el sofá bastante cansada por todo lo pasado en el día.

Tenemos que hablar.

Frunzo el ceño por el mensaje de Irene.

La llamo y me contesta al instante.

-¿Qué sucede? -Cuestiono mientras me deshago de mis zapatillas.

-Mañana tienes una cita. -Me comunica. Frunzo el ceño sin entender lo que dice.

-¿Con quién? -Pregunto.

La respuesta no es la huidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora