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¿En qué estaba pensando? Sabía que Mauricio estaba vuelto loco por gritar a los cuatro vientos que sería padre por segunda vez, esa falsa modestia en el coche la conocía bien, así que en cuanto llegamos a la cede me imaginé que lo diría pero yo debí sugerir [de manera insistente] que lo hiciera cuando ya me encontrara de camino a mi casa, definitivamente el cansancio me volvió lenta esta vez. Sin más remedio que sonreír me uní a esta aburrida pero deliciosa cena, de hecho era mejor que me quedara, luego me la jugaban chueco, con políticos hay que prepararse para todo.
– ¿Regresaras a cenar? Ma
– No cielo, estoy atrapada aquí en la cede — murmura viéndose al espejo — Cena, haré lo posible para llegar temprano
– ¿Y si me les uno? No quiero estar aquí sola, Ma — se queja — Me siento prisionera, con los guardias rondando por todas partes
– Prepárate y yo ahora le marco a los que están ahí contigo para que te traigan — asiente — Sólo te aviso, que te vas a aburrir
– No importa, con tal de salir de aquí un rato — exhala — ¿Por qué te quedaste? Hace un rato dijiste que estabas muy cansada
– Tu papá insistió, para que hablara de la campaña y lo que pasó hoy — retoca su brillo labial — Pero también está disfrutando ser el centro de la atención porque ya les contó del embarazo
– ¿Así sin preguntarte?
– Salió el tema en la camioneta, sabía que lo haría pero pensé que se iba a esperar a cuando estuviera fuera de la cede
– Con razón te quedaste atrapada
– Bueno, arreglate que de seguro estas en pijama, ahorita le hablo a los guardias
– ¡Pues si! — dice con obviedad — Se suponía que las dos lo estaríamos, para cenar y ver un capitulo de nuestra serie peroooo...
– Mi amor, no me lo reproches ¿Si? Mañana estaré todo el día en casa
– ¿Lo prometes?
– Claro, sólo resolveré algo rápido en la mañana con el equipo y ya después soy toda tuya
– ¿Desayunaremos juntas al menos? ¿O te vas temprano?
– La reunión es en la casa, si te levantas a una hora decente desayunamos juntas
– Ma, tu "hora decente" son a las siete de la mañana
– Bueno arreglate — ríe — Sino, no vas a llegar para cenar
– Ay que papá me pida algo aparte, le daré una falsa imagen de unidad familiar ahorita, lo mínimo que puede hacer es darme de cenar
Al finalizar la llamada con Regina, me permití un par de minutos sentada sobre la taza del baño para descansar mis piernas, sabía que al reunirme de nuevo con Mauricio tendría que esperar un rato considerable antes de sentarme.