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El Baby Shower de Mónica llegó así como el comienzo del clima frío, la bebé nacería en noviembre con suerte se esperaría unos quince días antes de hacer una verdadera aparición o eso esperaba Mónica. El cuarto ya estaba listo, las maletas para el hospital también, lo único no listo era la mamá que por estar ocupada pensando en mil cosas tuvo que organizar un rápido plan de parto; había estado muy ocupada con los últimos detalles de la campaña y creando la tapadera, ya todos en la cede sabían que Mauricio se bebía unas gotas para disminuir el estrés y ansiedad era normal ver a Mónica ponérselas en el agua o lo que fuera.
Pero volviendo al tema principal, en realidad no quería un Baby Shower, se sentía muy vieja para tener uno pero como Mauricio quería presumir ante la prensa y amigos no quedó de otra más que organizar uno con ayuda de Hanna; realmente no había muchas personas que supieran el "sexo" del bebé. Mauricio se lo había dicho a los más cercanos pero luego quedaron que era mejor no decirlo públicamente, algo que le gustó pues la prensa estaba muy interesada en ese detalle, no diciendo se ganaba una entrevista siempre donde daba detalles falsos del embarazo pues obviamente no se encontraba presente.
Teniendo eso en cuenta el evento sería al aire libre, no habría decoración que sugiriera que era un niño o una niña, obviamente habría un toque femenino pues se supone que este tipo de eventos son para la mamá. Por obvias razones no sería en casa de Mónica, si una persona insistía en ver el cuarto del bebé todo se iría a la mierda, se agarro de la excusa de que invitarian a la prensa para poder conseguir un lugar que fuera seguro y no su hogar a Mauricio no le importo demasiado la verdad pues él sólo quería que el evento se realizara. Se aseguró que lo único con colores fueran las flores que irían como centro de mesa, todo lo demás era en tonos neutro y dorado, colocaron recuerditos que podrían llevarse al final y eso fue todo.
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– ¿Segura que quieres blanco Mónica? — le sube el zipper del vestido
– ¿Qué tiene de malo? El blanco me queda bien
– Bueno eso si, te ves divina como siempre pero ¿Y si te manchas?
– No me voy a manchar Hanna — sonríe — A ver, dame la mano para que me pueda poner los tacones
