¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tres Años Después.
Hay tanto para decir que no sé por donde comenzar...
Deje de escribir en este diario luego de mi intento de fuga, resumiendo un poco termine casandome con Dante, al principio fue en secreto, digo sólo amigos y familiares lo sabían. Había pasado poco tiempo desde que enviude que no quisimos hacer un gran revuelo [bueno tampoco tan poco tiempo, digo ya eran dos años desde que Mauricio llevaba muerto en ese momento] sin embargo como todo se terminó sabiendo pero ya no era alguien metida en la política, sino una mujer de negocios así que el chisme no duro demasiado.
Regina terminó consiguiendo una beca para estudiar fuera, lo que para mi fue una patada al corazón pero sabía que esa oportunidad no la podía desperdiciar sólo porque a mi me doliera que se fuera. Ahora la veía en vacaciones o cuando Dante se podía dar el lujo de una pequeña escapada para irla a ver por unos días; Alicia era una mini copia de su hermana, todo el tiempo haciéndome preguntas difíciles, curiosa a más no poder, intrépida y con un sentido para meterse en líos impresionante pero no estaba sola, tenía dos hermanos mayores que le seguían el juego además de el propio Dante.
En estos tres años tuve que agregar un cuarto bien equipado a mi casa, era eso o mudarme y eso era algo que no pensaba hacer, esta casa estaba en el sitio perfecto, tenías el colegio de los chicos tan cerca, el club, no estaba lejos del centro... En fin no iba a dejar mi casa. Pero como la familia creció, nos toco hacer un cuarto más para que los chicos no tuvieran que compartir, lo que fue bueno porque ahora mismo estoy esperando otro bebé, me quede sin cuarto de huéspedes pero al menos todos mis niños tienen su propio espacio... Es tan raro decir "Mis niños".
Pero es que esos dos ahora adolescentes, en verdad se habían convertido en mis niños ¡Vamos! Que hasta los consiento como si fueran mis hijos de sangre. Mi vida dio un épico giro de 180 grados ni bien acepte la propuesta de Dante, sabía que no sólo lo aceptaba a él sino que a los niños también y era lo mismo conmigo, ambos representabamos un paquete bastante grande pero aquí estamos, un año de matrimonio después a cargo de tres niños y un bebé en camino, cansados pero muy felices, algo que para mi sigue siendo una sensación completamente nueva e interesante.
– Mami me jalas — se queja agitando las piernas
– Mi amor es que no te estas quedando quieta... Querías que te arreglara el cabello como lo traigo yo pero si no te quedas quieta... — termina de hacerle el moño — ¡Ya está!
– Quiero verme ¡Mami!
– Correle al espejo — la baja de la mesa — Y dime si te gusta