– ¿Ma? — golpea la puerta
– Pasa
– ¿No vas a trabajar hoy?
– Era la idea... ¿Qué haces levantada tan temprano?
– Hoy tengo clases — ríe — ¿Se te olvido que es lunes?
– Perdón, todavía no me acostumbro a no pelear contigo para que vayas — sonríe — Deja que te acompañe hasta la puerta
– No es necesario si te sientes mal
– No me siento mal — deja su taza
– Estás en pijama y tomando el café en la cama
– Sólo no tenía ganas de levantarme aún pero puedo acompañarte
– ¿Segura que todo está bien?
– Ujum, vamos — va en su dirección abrazándola por los hombros — ¿Irás en tu coche?
– Si, no tengo ganas de compartir espacio con los guardias — hace una mueca — Tú deberías hacer lo mismo
– Tengo prohibido manejar
– ¿Qué? ¿Papá te lo prohibió?
– No, fue mi obstetra, por lo de los mareos
La verdad es que si, Mauricio me había prohibido utilizar mi camioneta, bueno la suya ya que él la había pagado. Acompañe a Regina hasta el parqueadero donde estaban los coches, espere hasta que saliera de la casa para volver a entrar y terminarme esa taza de café descafeinado, la renovación de mi alacena había terminado hace un par de semanas; quedo tal cual la imaginé desde siempre pero después de eso se desencadenaron otros problemas, acababa de entrar al final del primer trimestre lo que para mi era un gran alivio, sólo que para esta altura ya se puede descubrir el sexo del feto con un simple examen de sangre.
Uno que me realice por supuesto, en especial porque Mauricio estaba insistiendo mucho, se había convencido de que esta vez tendríamos un niño, algo que lo tenía en las nubes obviamente. Sin embargo yo no estaba tan contenta por esa posibilidad, lo que nos llevó a pelear nuevamente y a seguir con la terapia, al final él se terminó enojando porque nuevamente seríamos padres de una niña y porque yo me sentí muy aliviada al descubrirlo. Así que me mando, si lo leyeron bien, me mando tomarme unos días en casa, fue algo insultante pero como es mi jefe puede hacer estas cosas.
Regrese al cuarto donde tomé sin prisa de mi taza, más al rato tendría que ir a otra sesión de pareja por lo que comencé mi rutina para lograr verme así de bonita que siempre, apesar de que la noticia del embarazo ya era algo que lo sabían amigos y no tan amigos, todavía no formaba parte de los tabloides, lo que era genial porque sin querer me robe la simpatía de los votantes al salir las imágenes y videos de cuando fuimos a hacer campaña, otro motivo para que Mauricio estuviera molesto claramente, odia compartir la atención. En fin para no llamar la atención de la prensa decidí evitar fajarme las camisas cuando uso pantalón.