Hundidas Pero Juntas.

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– Ves, no te importa en lo absoluto

– ¡Claro que me importa! Pero llevas semanas culpandome de absolutamente todo, no hablas conmigo de nada ¿Cómo quieres que reaccione si no me das un mínimo de información? Sé perfectamente que no la estas pasando bien y hasta cierto punto Regina es culpa mía, pero esta tan fuera de mi control que no lo puedo arreglar y tú no pones de tu parte

– ¿Segura que no lo puedes arreglar? Porque como yo lo veo, estas jugando y jugando con la posibilidad de dejar a mi papá ¿Realmente quieres hacerlo? Porque tuviste la oportunidad y decidiste no tomarla

– ¿Te refieres a cuando estábamos en la cabaña? ¿Tú recuerdas lo que pasó? ¿En verdad crees que tenía la posibilidad de dejarlo? Tú estabas en medio de todo eso

– Papá no habría echo nada en contra mía, pudiste irte como querías

– ¿Ah si? ¿Estás muy segura de ello no? Entonces dile que te arrestaron, dile que fue por juntarte con esos muchachos que estaban en peor estado que tú, a ver como se pone

– ¿Por qué lo odias tanto?

– Porque es un mentiroso, porque es alguien que sólo piensa en el mismo y tú ni yo le importamos ¿Piensas que no se va a deshacer de nosotras si empezamos a estorbar? ¿Crees que no tiene los medios? Tú y yo desapareceriamos en cuestión de segundos si él lo quiere

– Eso no lo sabes...

– Oh por supuesto que lo sé, he vivido con ese hombre mucho más tiempo que tú... Sé lo que es capaz de hacer y ahora mismo estoy haciendo lo posible para mantenerte a salvo a ti, a mi y a esta bebé, agradecería muchísimo pusieras de tu parte

– Estás exagerando, no puede hacernos nada, somos su familia

– Eso no le importa, nunca le ha importado

– Alguna vez... ¿Alguna vez te golpeó? Porque hablas como si papá...

– No... Pero ha estado muy cerca varias veces, necesito que pongas de tu parte, estoy tratando de resolverlo... En la situación ideal simplemente contrataría un abogado que se encargue del divorcio pero tu padre no es cualquier hombre, es un Senador, con contactos. Ningún abogado va a querer representarme

– ¡No cambies de tema! Intento entenderte y siempre haces lo mismo, siempre encubres lo que él te ha echo

– ¿Y qué quieres oír? ¿De las veces que amenazó con hacerte algo a ti? ¿Con mi propia vida? — alza la voz perdiendo la paciencia — ¿Es lo que quieres oír? ¡De acuerdo! Llevo años haciendo hasta lo imposible para mantenerte a salvo de tu padre, he intentado escapar ¡Mil veces! Y no pude, cuando al fin casi lo logré, me encontraste... Y sabía que no podría llevarte conmigo porque eres muy joven, mereces una vida medianamente normal, quise alejarte porque tu papá no iba a parar hasta encontrarme, así sea para volarme la cabeza — toma aire para dispersar las ganas de llorar — Si tú no hubieras estado en esa cabaña...Probablemente yo estaría muerta

– ¿Por qué nunca pediste ayuda?

– ¿A quién le pediría ayuda Regina? ¿A tu abuela? ¡Si claro! ¿A mis amigas? ¿Cuáles? Las que son justamente esposas de los amigos de tu papá ¿O las locas que conozco desde el colegio? ¿Qué habrían echo por mi? No hay nadie que pueda hacer algo por mi, más que yo, soy la persona que sabe manejar a tu papá hasta cierto punto, conozco sus secretos y tengo una pequeña oportunidad para que ambas seamos libres, no voy a soltarla

– No va a darte el divorcio nunca

– No sin amenazar su carrera, es lo único que le interesa

– Va a matarte si lo haces

Mi Rebelión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora