Rehén.

166 22 44
                                        

– Es que ustedes si que están locas — niega sentándose en la cama — Si Mauricio las ve

– Ay que se acostumbre ese porque todas regresaremos y se va a enterar... Ahora lo que quiero saber es — se sienta a su lado — ¿Te hizo algo? Porque no te ves nada bien, digo, eres preciosa pero te ves un poco madriada

– Hanna — la reprende Ale

– No pero me preocupa, no estaba así hace unas horas

– Hanna tiene razón, no te ves bien Mónica

– Me sacaron sangre hace un rato — les enseña la bandita sobre su brazo — Y todavía no desayuno así que es normal, además ustedes no estuvieron cavando por una hora

– Claro que si, cuando te fuiste nos toco hacer eso

– Si pero ya la tenían más fácil, yo tuve que hacer el maldito hoyo desde cero — hace una mueca al mover los brazos — Creí que las clases de pilates y demás harían que no me duela tanto el cuerpo

– Pues no vas tan seguido — ríe Hanna — Pero ¿Para qué el examen de sangre?

– Si, rarito tu marido como para pedirte eso — se sienta Ivonne en el sillón

– Anoche... Antes de irnos me hice una prueba de embarazo

– Espera ¿Qué?

– Si, más despacio Mónica que no te entendemos

– Me hice una prueba de embarazo — hace una pausa viéndolas — Y salió positiva

– En la madre...

– Moni ¿Por qué se lo dijiste? Ahora va a ser más difícil deshacerte de él — se queja Ivonne

– No se lo dije, me siguió al baño cuando iba a... Vomitar y vio la prueba en la basura ¿Qué más le podía inventar?

– ¡No sé! Dí que era de Hanna pero no lo hubieras admitido

– ¿No que ya no te acostabas con él? — frunce el ceño Hanna — ¿Tienes un amante y no me dijiste?

– No, no tengo un amante y si, ya no me estaba acostando con él pero después de nuestra desastrosa reunión... Llegué a casa ya ebria y todavía le baje otras dos copas de vino

– Ay no Mónica — niega — ¿Y con eso bastó? Puta madre, que fértil eres

– Bueno no creí que con eso bastará pero aquí estamos — da de hombros

– ¿Y qué vas hacer Moni? — indaga Ale

– No sé, tengo bastante tiempo para tomar una decisión pero Mauricio... Quiere que lo tenga

– Claro que es lo que quiere, así te tiene asegurada de nuevo, porque Regina ya es grande — se lo recuerda — Y ahora ya no te puede chantajear con lo del muertito, también está implicado así que sería estúpido

– Ivonne, ella aceptó venirse con él por nosotras y nosotras siempre estaremos implicadas en esto

– Eso es verdad — la abraza de lado — Oye Moni, decidas lo que decidas, psss aquí nos tienes a nosotras

– Tú tranquila que nosotras te vamos a proteger — apoya la mano sobre su rodilla — ¿O no Ivonne?

– ¡Obviamente! Pero estoy molesta contigo por haberle permitido a ese cabrón embarazarte de nuevo, ya no podrás beber con nosotras

– Ya bebió suficiente estos días ¿Quieres que se le pudra el hígado o que?

– No bueno, tampoco






Mi Rebelión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora