Mi Sobrina.

180 29 72
                                        

– Entonces

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

– Entonces... ¿Siguen peleados? — pregunta sentada en la cama — Y no digas que no Ma, porque ha estado tenso todo aquí en la casa

– Peleados no — habla desde el closet — Pero si las cosas no están bien

– ¿Y ahora por qué? Esto lleva rato mamá, hasta donde sabía los dos andaban sobre nubes

– Problemas con la campaña pero ya eso está solucionado, es cuestión de tiempo para que se tranquilice

– ¿De qué hablas? Si le está yendo bien gracias a ti... Ah, no me digas que se molesto porque fuiste el centro de atención y no él

– Pues no te lo voy a decir — regresa cargando con su bolso — ¿Nos vamos?

– ¿Por esa estupidez no te acompaña a la consulta? No que muy emocionado él

– Siendo sincera, entre más lejos este tu padre mejor, vamos, te daré un aventon para que puedas ir por tu coche

– No, te acompaño para ver a la fea — se levanta

– Mi cielo no es necesario, no quiero que pierdas más clases, aunque es tu último año y te graduaras de todos modos... Las cosas van a ser diferentes cuando vayas a la universidad, disfruta esta última etapa

– Sería sólo hoy — va tras ella

– ¿Ya desayunaste?

– Mamá, no cambies el tema

– ¿Qué te preocupa?

– Que vas a estar ahí sola

– Mi amor, todo va a estar bien, es rutina, además luego me iré a ver con Hanna

– Hace semanas que no las ves

– Tuvimos un par de diferencias pero mantuve el contacto con Hanna

– Pues como siempre, digo no es un secreto que sean tan cercanas

– Recoge tu mochila que se te va hacer tarde

– Ya no llego de todos modos

– Si llegas, te dejare directo, luego tomarás un taxi y vas por tu coche

– Mamá, en verdad no pasa nada si no voy — se queja

– Lo que no quieres hacer es ir, ya me dí cuenta pero ¿Recuerdas lo que hablamos? 

– Si — suspira — Bien, acepto el aventon pero si papá no vuelve a ir contigo, a la próxima te acompaño

– Veremos — sonríe abrazándola por los hombros — Ya vamos, no quiero que llegues tarde

– ¿En verdad te verás con mi tía?

– Ujum, desayunaremos juntas

– ¿Te acompañará en el hospital?

Mi Rebelión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora