multiverso omegaverse 2

Pit Babe pt2

Dos semanas después.

-¿En qué piensas tanto amor?-Babe volteo cuando escucho la voz de su amado, sonriendo levemente cuando este fue a su lado para abrazarlo.-Pareces angustiado.-

-Lo estoy.-Volvió su vista al frente, apreciando el paisaje, ambos sentados en en las escaleras del cobertizo.-Pienso en nuestra familia, en la que crearemos.-

-¿Y por que eso te angustia?-

-Porque no quiero traerlos aquí, a este mundo, a la vida que estamos viviendo. Es decir, las carreras, la prensa es una cosa pero estar cara a cara con el peligro, sentir en cada misión que nuestra vida peligra...Lo lamento pero no es lo mío, no es lo que quiero para mi vida.-

-Lo se, lo se, pero esto es importante par Jeff...¿Qué te parece si se lo decimos después de esta misión?-

-Ya lo intentamos en la anterior y no funciono. Se que esto es importante pero Él pero ya no puedo, no podemos seguir arriesgandonos, ¿Alguien tendrá que morir para darnos cuenta?-

-No digas eso Babe...-

-Sabes que es la verdad.-Soltó un suspiro antes de ver el rostro de Charlie. Su expresión de tristeza le hizo entender que esto era complicado para Él también, elegir entre su hermano y la vida que quería tener.-Hey, ¿Sabes en que estaba pensando?-Charlie Tarareo un "¿Mm?" En espera de una respuesta.-En que, aún que aún no hablemos con Jeff, podríamos empezar a planear nuestra paternidad.-

-¿Ah si?-Babe asintió con emoción.-¿Tienes alguna idea?-

-Uhm bueno...-Tomó su mano antes de respirar hondo, pensando seriamente en que decir o más bien en cómo decirlo.-Estuve pensando mucho estos días y, teniendo encuenta de donde venimos, lo que queremos, pensaba que quizás, para uhm, para crear nuestra familia, deberíamos adoptar.-Charlie lo miro un tanto sorprendido.

-¿Adoptar?-Babe Sonrió nervioso.-Me parece maravilloso~Pero, ¿Por qué él cambio repentino de idea? Creí que querías buscar un donante Enigma y...-Babe negó despacio.

-Charlie, entenderás que mi historia no es una guía de paternidad convencional. Crecí en la calle mucho tiempo, quede huérfano, una sombra que nunca se disipó del todo. No tuve el regalo de la familia, y aunque sé que podríamos tener hijos biológicos con algún otro método, siento que hay algo hermoso en ofrecer amor a aquellos que ya están en este mundo, esperando ser descubiertos. La idea de adoptar no es solo construir una familia, es también darle a alguien la oportunidad de tener lo que yo nunca tuve: un hogar donde el amor no es una promesa, sino una realidad que se vive cada día.-Tomó su mano mientras le sonreía un tanto nervioso viendo a Charlie asentir con ternura, sus ojos reflejaban comprensión.

-Babe~No te mentire, me hacía ilusión tener un cachorro juntos, al menos intentar, verte con la pancita y pasar por el embarazo, pero entiendo tu experiencia y lo que significa para ti. Para ambos.-Soltaron unas risitas, de esas que salen de los nervios.-Creo que la capacidad de amar no se limita a los lazos de sangre. Si podemos darle a alguien la oportunidad de crecer en un hogar amoroso, entonces estoy completamente de acuerdo en dar ese paso hacia la adopción. Después de todo, el amor es lo que realmente importa, ¿verdad?-

-Charlie~-Su corazón latía con fuerzas, sintiendo que lloraría ante la emoción.-¿Lo dices enserió?-

-¿Cómo podría siquiera bromear con esto?-Soltó su mano para tomar su rostro, acariciando este con delicadeza antes de abrazarlo.-Yo quiero una familia contigo mi amor, no me importa como.-

En un rincón silencioso de su corazón, Babe llevaba consigo el eco de sus propias huellas perdidas. Creció entre sombras de un hogar que nunca fue cálido, sus días marcados por la ausencia de risas infantiles y abrazos sinceros. Las lágrimas que nunca vio secar en el rostro de su niñez crearon un lazo invisible con aquellos que, como él, anhelaban el consuelo de un abrazo sincero. En cada silencio que resonaba en su alma, se formaba el deseo ardiente de ser la luz que guíe a un niño perdido hacia un hogar lleno de amor y pertenencia. Ese deseo, arraigado en la añoranza de lo que nunca tuvo, florecía como un faro de esperanza que lo impulsaba a convertirse en el padre que siempre deseó tener.