Not me pt5

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Séptimo mes de embarazo.

White y Sean se encontraban en una encrucijada emocionalmente agotadora. White, con su abultado vientre por el crecimiento de su bebé, luchaba contra las secuelas físicas y emocionales de haber sido tan golpeado esa noche, temiendo porque quizás esas personas quisieran volver. A pesar del terror que sentía, en parte también agradecía que nada le había pasado a su cachorro, al menos nada lo suficientemente grave como para perderlo. También se encontraba un poco más tranquilo debido a la reciente mudanza. La casa en la que Sean estuvo trabajando tanto finalmente estaba habitable. Si, no estaba del todo terminada, aún había varias cosas por hacer y con el tiempo se haría más grande, pero con todo lo sucedido solo quería que su omega tuviera un hogar. Por más que White intentará enfrentar todo con la mejor actitud, sabía que no estaba bien, lo sentía cada mañana al despertar.

Cada día, Sean se levantaba con la determinación de cuidar a White, de ser su roca en medio de la tormenta. Sin embargo, había un problema más: la desaparición de Black. Black se fue sin dejar rastro, pero eso no era lo más angustiaste, lo que más preocupaba a Sean era que su amado había comenzado a enfermarse a causa del lazo que los une. No sabía en qué andaba Black, pero si White estaba tan débil por su culpa, no ha de ser nada bueno.

Las semanas pasaron sin noticias de Black. Sean y White se sumergieron en un mar de incertidumbre y ansiedad, incapaces de encontrar consuelo el uno en el otro mientras enfrentaban su propia desesperación. Sean se sentía impotente, atrapado en un torbellino de emociones que amenazaba con consumirlo. ¿Cómo podría proteger a su esposa cuando ni siquiera podía proteger a su propia familia? White, por otro lado, se aferraba a la esperanza con uñas y dientes, incluso cuando sentía que se deslizaba cada vez más hacia la oscuridad, ¿Cómo podría traer a su hijo al mundo en un ambiente tan cargado de dolor y angustia? La incertidumbre lo envolvía como una manta fría, haciéndolo dudar de todo, incluso de sí mismo. Le frustraba de gran manera nisiquiera ser capaz de disfrutar la gran noticia que era tener una propia casa, casa que contruyo su amado y casa donde du cachorro daría sus primeros pasos, su felicidad le fue arrebatada por todas sus otras angustias.

-Shh, shh, no pasa nada amor, estoy aquí.-Le habló un adormilado Sean a White, quien acababa de despertarse a mitad de la noche por ese maldito dolor constante en el pecho.-Estas hirviendo...-Murmuró al notar la alta temperatura corporal que tenía el omega. Demasiada fiebre para ser solo un resfrío.-Hay que llevarte al hospital.-

-N-No...No, Sean no.-Negó varias veces, ocultándose en su pecho.-Quedemos así, anda...-El mayor soltó un suspiro. Era claro que su omega no podía ni pensar con claridad debido a su estado.

-Ven aquí.-Sin más lo cargo en brazos hasta el baño, donde lo coloco en la bañera para llenar esta de agua.

-No, no, ¡Esta fría!-Se quejo removiendose con intención de salir, más Sean lo sostuvo de los hombros para obligarlo a quedarse sentado.

-Lo siento, pero lo necesitas.-

-Déjame estar en cama...-Hablaba molesto mientras que su amado le quitaba sus prendas.-¿Crees que al bebé le haga bien tanto frío?-Preguntó casi sarcásticamente.

-¿Crees que le hace bien que vueles de fiebre?-Respondió en el mismo tono antes de suspirar pesadamente. Ambos se quedaron callados un tiempo, solo podía oírse el agua cargarse.

El estrés de la situación los estaba manejando, estaban tan angustiados por todo lo que ocurría, sabían que era cuestión de tiempo para que empezarán a cansarse del otro, pero sabían que no era ese el tema. Cuando uno no está bien, no puede tratar al resto bien.

-Lo siento.-Finalmente el silencio fue roto por la voz del omega mientras tomaba la mano de su novio.

-Yo igual.-Cerro el grifo alejándose, comenzando a lavar los cabellos del menor.-¿Te sientes mejor?-

multiverso omegaverse 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora