Moonlight Chicken pt8

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Punto de vista: Wen.

Había pasado dos semanas desde que mi hija falleció, dos semanas en las cuales me siento fallecer también. En el último día que estuve en ese hospital, pedí ver a mi niña, no podía irme sin haberla conocido. Las enfermeras fueron muy buenas, se encargaron de que todo sea lo menos doloroso posible, aún que no disminuía el dolor, sus intenciones lo hacían más fácil de sobre llevar. Me entregaron el cuerpo de mi hija y Ella se veía hermoso, la vistieron con unas ropitas color rosa pastel, junto con una vincha tejida a crochet. Nunca supe de dónde sacaron las cosas para vestirla, pero eso era lo de menos. Su piel ya había perdido su color, las venas de su sistema sobre salían, su cuerpecito, que se suponía debía ser suave como cualquier bebé recién nacido, estaba rígido y al percatarme de eso no pude evitar llorar. Llore, llore durante mucho tiempo con mi pequeña en brazos, mirándola con una esperanza de que algún milagro pase y mi llanto la despierte, esperando que abriera sus ojos y se recuperará mágicamente. Pero esto no es una historia de Disney, mi llanto no la trajo de vuelta a la vida y mi amor paternal no derritió su rígido cuerpecito, así que solo pude abrazarla durante el mayor tiempo que me permitieran mientras que Jim se quedaba en la otra esquina de la sala viendo la escena, no me molestaba su distancia porque sabía que si Él la veía tan cerca como yo lo estaba haciendo, tampoco sería capaz de mantener su compostura.

Luego de un rato me la quitaron, verla irse se sintió como perderla otra vez y ese sentimiento volvía cada día que me despertaba. Durante estos días, abría mis ojos a la mañana y por breves cortos segundos mi cerebro olvidaba lo sucedido, hasta que mi cuerpo me recordaba el dolor de la cesárea y el calvario volvía. Un dolor que cargaría conmigo hasta el día en que yo muera.

Ahora estaba recostado en mi cama, acariciando mi abdomen deseando sentir algo, deseando de alguna forma despertar de esa horrible pesadilla, pero ninguna de esas dos cosas pasaba y lo único que sentía era una agonía interminable cuando mi mano tocaba la cicatriz de la cesárea y mis ojos veían a mi esposo desarmar la cuna donde se suponía debía dormir mi hija.

-Saleng dijo que podía guardar esto.-Hablo con tristeza mi alfa mientras juntaba las partes de la cuna ya desarmadas.-¿Crees que la usen para Jason?-

-No lo se.-Respondí sin ganas. La verdad que no quería imaginarme a otro niño jugando y durmiendo en las cosas que le pertenecían a mi niña.-¿Le daremos todos?-Pregunte refiriéndome a los peluches cuando vi a Jim meter estos en bolsas.

-¿Quieres quedarte con uno?-Lo pensé bastante antes de asentir, acercándome hasta las bolsas para sacar una de las tantas muñecas que Jim le había comprado. Sonreí con tristeza al verla, una muñeca de trapo que media lo mismo que mi hija, pequeña, frágil, débil, tal como Ella. Acaricie sus cabellos castaños, preguntándome si Ella los hubiera tenido así.

-¿Crees que se hubiera parecido más a ti o a mi?-Pregunté con la mirada en aquella muñeca mientras volvia a la cama, lugar de donde no había salido hace días.

-Definitivamente a ti.-Lo respondió tan rápido y seguro que mi corazón sintió una fugaz alegría, hasta recordar que nunca sabría si Él tenía razón. Me acorruque en mi cama abrazando la muñeca, comenzando a llorar sin darme cuentas mientras aquel juguete se hundía en mi pecho.

-S-Seis meses Jim...Seis meses de amor y cuidado, ¿Para qué?¿Para qué por culpa de alguien más ya no este conmigo?-Jim llegó para abrazarme, quedándonos los dos en la cama el resto del día, con Él tratando de consolarme pero terminando igual que yo, llorando de luto. Seis meses de embarazo, seis meses de ilusión, seis meses dando todo por Ella y ahora no me quedaba nada. Solo un vacío inmenso que duele más que cualquier cosa que haya sentido antes.-N-Nuestra pequeña era real, ¿Entiedes?¡Existió! Y la amaba Jim, te juro que la amaba más que nada en este mundo.-No sabía porque estaba diciéndole estas cosas y parte de mi temía que quizas Jim vaya a hartarse de escuchar siempre lo mismo.-N-No entiendo Jim, ¡No entiendo!¿Qué hice mal? ¿Por qué no pude proteger a mi bebé?-

multiverso omegaverse 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora