Boss and a Babe pt12

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Gunawin estaba sentado solo en la sala de espera, con el rostro pálido y el ceño fruncido, observando el reloj que colgaba en la pared, como si cada segundo que pasaba pesara más que el anterior. Se preguntaba qué era exactamente lo que ocurría con Cher mientras que cierta culpa crecía en Él pues sea lo que fuese, sabía que si le hubiera dicho a su madre lo que le dijo esa noche mucho antes, quizás no hubieran llegado a este punto.

La puerta de la consulta se abrió de repente, y una doctora apareció en el umbral. Era una mujer de expresión seria y profesional, con una postura rígida y mirada calculadora. Tenía el expediente de Cher en la mano, y su rostro no mostraba ninguna emoción que pudiese reconfortar a Gun. Él se puso de pie de inmediato, como si con ese gesto pudiera acelerar las respuestas que tanto deseaba.

-Señor Gunawin.-Dijo la doctora, sin levantar mucho la voz.-Puede pasar.-

Gun entró rápidamente al consultorio, donde vio a Cher sentado al borde de la camilla, mirando hacia el suelo. Estaba pálido y con el ceño fruncido, el cansancio, como siempre, evidente en sus ojos. Gunawin se acercó de inmediato, tomando la mano de Cher entre las suyas.

-¿Cómo estás, amor? -Preguntó con suavidad, pero no obtuvo respuesta. Cher solo lo miró de reojo y suspiró. Se había desacostumbrado tanto a esa pregunta que ya no sabía como responderla.

La doctora, de pie frente a Ellos, revisó las notas de su expediente antes de hablar.

-La herida de la cesárea se ha infectado. No es grave en este momento, pero el uso constante de la faja, muy ajustada, ha impedido que la zona sane correctamente. Hemos limpiado la herida y aplicado un nuevo vendaje, pero es importante que Cher descanse adecuadamente y siga el tratamiento con antibióticos para evitar que la infección se agrave.-Gunawin apretó la mano de Cher un poco más fuerte, sin recibir ningún tipo de respuesta. Sentía un nudo en el estómago al escuchar esas palabras, pero trataba de mantenerse firme.

-Está bien. Nos aseguraremos de que descanse. No te preocupes, Cher, todo va a mejorar.-Dijo, intentando infundirle ánimo a su esposo. Pero Cher seguía en silencio, con los ojos vidriosos, como si no estuviera realmente presente en la conversación.

-Además del descanso...-Continuó la doctora, sin cambiar su tono formal-Es importante que no vuelva a usar la faja. Comprimir la herida de esa manera solo hará que la situación empeore. Cher necesitará tomarse varios días de reposo, y es posible que tenga fiebre en los próximos días como respuesta del cuerpo a la infección.-

-Entendido.-Respondió Gunawin rápidamente, sin dudarlo-Me aseguraré de que tome sus medicamentos y descanse. Haré lo que sea necesario.-

La doctora asintió, pero no se movió. Su expresión no se suavizó como Gun esperaba. En cambio, la miraba fijamente, como si todavía hubiera algo importante que discutir. Después de un momento de silencio, Gunawin comenzó a sentir la incomodidad en el aire. La doctora respiró profundamente y miró a Cher por un segundo antes de volverse nuevamente hacia Gun.

-Estoy cansado.-Finalmente habló Cher, con una voz apagada y un tanto temblorosa.-¿Hace falta que me quede?-

-No, no, puede retirarse.-La doctora se hizo a un lado para que Cher pudiese pasar por la puerta. Gunawin se limito ayudarlo a pararse y entregarle las llaves del auto.

-Ahora voy.-Le dijo en voz baja una vez el omega tomó las llaves. Cher solo asintió pues sabía que su esposo debía encargarse de las cuentas médicas.-¿Cuánto es?-Preguntó sacando su chequera una vez el menor de retiro.

-Señor Gunawin, antes de eso, hay algo más que debemos discutir, y es algo que va más allá de la herida física.-Gun se tensó. Algo en su tono lo puso más nervioso de lo que ya estaba.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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