Moonlight Chicken pt6

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Jim sintió como si su corazón se hundiera en un abismo sin fondo mientras el auto se deslizaba por la carretera, persiguiendo a la ambulancia que llevaba a su esposo. Cada segundo se sentía como una eternidad de incertidumbre y miedo, preguntándose si su amado estaría bien. El sonido ensordecedor de la sirena de la ambulancia resonaba en sus oídos, aumentando la intensidad de su angustia. Las lágrimas nublaban su visión mientras rogaba en silencio por un milagro.

Wen abrio sus ojos como pudo, siendo cegado por las luces blancas de aquel pasillo. Escucho la voz de su esposo, pero esta misma era muy lejana a tal punto que no podía entender lo que le estaba diciendo. Sintio la mano de este acariciar su mejilla. aquel tacto fue suficiente para transmitirle cierta tranquilidad a pesar de todo el miedo y dolor que estaba sintiendo. Sus parpados empezaron a pesar otra vez, obligandolo a cerrarlos nuevamente, cayendo inconciente mientras su camilla era ingresada a la sala de emergencias, con Jim frenando fuera de esta. Alli fue donde espero por noticias, recibiendo a la hora a Saleng quien a la vez le informo a Li Ming de lo sucedido a pesar de la insistencia de Jim por no decirle, tarde o temprano ese "cachorro" se iba a enterar. Era mejor que se enterara por Ellos.

Finalmente una noticia, el mismo doctor que se lo llevó, salio buscando a Jim, a quien ya había identificado como el esposo de su paciente.

-¿Como esta él?¿Y el bebé?-Saleng se acerco quizas demasiado al médico, siendo frenado por Jim quien, a pesar de estar igual o más angustiado, intentaba mantenerse bajo control para transmitirle esa serenidad a su amigo. Aun que claramente ese no daba resultado.

-Miren, el paciente esta dentro de todo estable. Sus heridas no fueron mas serias que cortadas por vidrio y dos costillas fracturadas, también se dio un fuerte golpe en la cabeza que le ocasiono el estado de inconciencia, pero afortunadamente no escalo a algo mas serio como una contusión, un coma o algún tipo de fractura craneal. Su recuperación sera rápida, pero encuanto al feto...-Hizo una pausa, habrá tardado menos de tres segundos pero para Saleng y sobre todo para Jim se sintieron como una eternidad.-No creemos que resista. El impacto lastimó, por decirlo de alguna manera, su placenta y si bien no hubo un desprendimiento de esta, si quedó en mal estado. Los latidos del feto se escuchan débiles y hay una alta posibilidad que nazca dormido.-Al oír tal cosa, Jim sintió su pecho hundirse. Sabía muy bien que "dormido" era una forma menos dolorosa de explicar que iba a nacer sin vida.

-Entiendo...-Guardo silencio para procesar lo que acababa de oír. Comenzó a respirar ondo en un intento algo desesperado de no desplomarse allí mismo.-¿Puedo pasar a verlo?-La pregunta salió con una voz temblorosa mientras sus manos limpiaban con brusquedad las lágrimas que amenazaban por salir.

-Pronto lo pasaran con los demás pacientes, le avisare cuando eso suceda.-Jim asintió para sentarse en las sillas, viendo la silueta de aquel doctor desaparecer tras las puertas automáticas.

-Ay Jim...-Saleng se mantuvo de pie frente a Él, buscando palabras para consolarlo pero no podía decir nada en el momento. A veces lo mejor era guardar silencio pero quedarse, haciéndole saber a la persona que estas ahí.

-Vete a tu casa Saleng.-Murmuró luego de un rato, con la mirada en sus pies y las manos sosteniendo su frente.

-¿Seguro? Sabes que no me molesta quedarme, es una situación muy delicada...-

-Le haré saber a Wen que viniste, pero necesito un momento a solas antes de entrar a verlo. Ve a tu casa, come algo, descansa, abraza a tu esposa y a tu hijo.-Saleng asintió con lentitud, haciendo una reverencia para irse en silencio pues comprendía muy bien la razón por la que su amigo le pidió hacer lo último.

El tiempo siguió corriendo hasta que el mismo doctor volvió a salir para avisarle que ya podía pasar. Jim limpio su rostro y acomodo su ropa, tratando de no verse tan destruido pero la verdad era que la noticia le cayó como baldazo de agua fría. A cada paso que daba sentía su estómago cerrarse, sin saber en qué estado encontraría a su amado. Finalmente llegaron a una sala, la cual tenía dentro cuatro camillas separadas por esas largas cortinas azules, en la tercera se encontraba Wen. Su cuerpo yacía tendido, con la zona de su abdomen vendada y un par de inyecciones en sus brazos, el vendaje se detenía cuando comenzaba la curvatura de su vientre.

multiverso omegaverse 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora