Mi Mejor Retrato Jenlisa

capitulo 54

Suspiré derrotada y apoyé mi cabeza sobre el libro que estaba encima del escritorio. Tenía que estudiar la historia del arte para el examen final de la universidad, y me estaba consumiendo. Miré la hora, 4:55 de la madrugada. Había estado desde la tarde estudiando y el tiempo se había pasado muy rápido. Faltaban dos semanas para que Lisa volviera y cada día me ponía mas ansiosa, ya quería verla.

Mi mamá tocó la puerta y abrió.

-Hey, ¿Qué haces despierta?- Preguntó.

-Estaba estudiando- Dije señalando los libros.

-Bueno, ve a dormir, mañana puedes seguir- Dijo y se fue.

Suspiré y dejé los libros como estaban, eso solía ayudarme a estudiar. Me lavé los dientes y me acosté en la cama, quedándome dormida en cuestión de minutos.

(...)

La alarma sonó y me di vuelta para apagarla. Era sábado, tenía todo el día libre. Habían cambiado mi horario en el trabajo y ahora trabajaba con Shuhua, entrábamos a la misma hora. Era bastante tedioso el hecho de estudiar y trabajar al mismo tiempo, pero me la rebuscaba. Me gustaba tener mi propio dinero.

Me levanté con pereza y caminé hacia el baño para asearme. Salí y me puse un buzo y un short para bajar a comer. Mi mamá estaba ahí, desayunando mientras miraba televisión.

-Hola Jennie- Dijo sonriendo.

-Hola- Contesté.

-¿Tienes algo que hacer hoy?- Preguntó.

-Mmm, estudiar, pero puedo estudiar mas tarde, ¿por?- Dije sentándome en la mesa.

-Quiero llevarte a un lugar, tengo una sorpresa para ti- Dijo.

-¿Que? ¿Qué sorpresa?- Pregunté.

-Si te digo no será una sorpresa- Dijo y se levantó dejándome con la duda.

Comí mi cereal pensando que sorpresa podía ser. Una vez que terminé lo llevé a la cocina y fui a ducharme. Me senté a estudiar un poco ya que aquel examen era importante. Luego de casi tres horas, mi mamá tocó la puerta.

-¿Estás lista?- Preguntó.

-Si- Dije.

-Bien, vamos- Dijo sonriendo pícaramente.

Salimos de mi cuarto para, seguido, salir de la casa. Nos subimos al auto y comencé a bombardear a mi mamá de preguntas.

-Jennie- Dijo- No seas impaciente hija- Rió.

Hice un ruido de queja y crucé los brazos haciendo un puchero.

-Quien diría que tienes 18 años- Dijo mi mamá soltando una risa.

Reí con ella y puse música para distraerme un poco. Luego de unos minutos el auto se estacionó en la casa de Jisoo.

-¿La casa de Jisoo?- Pregunté confundida.

¿Por que mi mamá me querría traer aquí? Pensé.

-Vamos vamos- Dijo emocionada.

¿Qué está pasando?

Mi mamá tocó la puerta y Jin abrió con una sonrisa, saludándonos a las dos. Entramos y pude ver a Jisoo sentada en el sillón jugando videojuegos con Jeong-in.

-Hola Jennie- Dijo.

-¡Noona!- El pequeño saltó a mis brazos.

-Hola guapo- Dije.

-IN, ven- Dijo Jin llamando al pequeño.

Jeong-in se bajó de mis brazos y corrió con su hermano mayor. Jisoo se paró del sillón y caminó hacia mi.

-Bueno seguramente te estarás preguntando que carajo haces aquí- Dijo riendo- Y la respuesta esta en mi habitación.

La miré disgustada y ella rió.

-No tiene nada que ver conmigo Park, solo sube- Rió.

Caminé hacia las escaleras un poco insegura, no confiaba en ellas. Llegué a la habitación de Jisoo y entré lentamente. Vi un papel en la cama que decía en letra grande mi nombre y al lado un hermoso anillo. Tomé el sobre y lo abrí, reconociendo al instante la letra de Lisa.

"Hola amor, espero que estés bien. Te escribo esta carta para decirte feliz aniversario. Es triste que nuestro primer año de novias lo pasemos separadas. Me gustaría estar ahí contigo, dándote besos y diciéndote lo mucho que te amo. A decir verdad, nunca pensé que podría amar tanto a una persona como te amo a ti, y ni hablar de la cantidad de emociones que causas en mi cada vez que te veo o escucho tu voz, cada vez que sonríes o te ríes. Me fascina tu forma de dibujar y lo mucho que te apasiona el hacerlo, y ni hablar (otra vez) de lo sexy que te ves concentrada. Tu voz es tan hermosa que podría escucharte hablar o cantar todo el día sin cansarme. Podría tener miles y miles de fotos tuyas pegadas en la pared de mi habitación, pero se verá un poco de acosadora. Me encantan tus ojitos cuando te ríes o ves algo que te gusta, o cuando simplemente me miran a mi, y tienen aquel brillo que probablemente tengan también los míos. El anillo que esta al lado de la carta es un pequeño regalo de aniversario, lo mínimo que puedo hacer estando tan lejos de ti. Espero que te guste, mi amor. Te extraño muchísimo y te amo como ni te imaginas, mi princesa, pronto estaremos juntas de vuelta."

-Nini- Escuché su voz detrás mío.

Las lágrimas caían de mis ojos sin que pudiera siquiera controlarlo. Me di vuelta y ella estaba ahí, de pie, mirándome con una sonrisa en la cara. Me lancé a sus brazos y la abracé fuertemente, sollozando en el proceso.

-Estás aquí..- Susurré entre lágrimas.

-Estoy aquí- Susurró con la voz quebrada.

Sus manos acariciaban mi espalda y su rostro se apoyaba en mi hombro. Me separé de ella y la besé, después de tanto tiempo sin probar sus labios. Ambas suspiramos en el medio del beso, transmitiendo lo mucho que habíamos extrañado a la otra. La falta de aire hizo que nos separáramos. Pude ver como caían lágrimas por su rostro. Pegué nuestras frentes y ambas reímos.

-Te extrañe tanto- Susurró.

-Y yo a ti Lili- Dije- Como ni te imaginas.

-¿Pero que haces aquí? ¿No volvías en dos semanas?- Pregunté.

-Fue una mentirita blanca- Dijo.

-¿Jisoo sabía?- Volví a preguntar.

-Pues si, si no no estaría aquí- Dijo riendo- Todos sabían de hecho, los chicos, Jin, mis abuelos, tu mamá- Dijo.

-¿Era la única que no sabía?- Dije indignada.

-Quería hacerte una sorpresa- Dijo- A pesar de que la carta si la había escrito hace mucho, no se porque no llegó- Dijo frunciendo los labios.

-Me parecía raro que hayas mandado esa carta después de casi 5 meses de nuestro aniversario- Dije riendo.

-Pero te emocionaste- Dijo.

-Claro que si, lo que escribiste ahí es hermoso, casi tanto como tú- Dije.

Vi como sus orejas se sonrojaron y reí, era tan tierna.

-Te ves muy hermosa con ese pelo- Dijo mirándome detenidamente.

Me había teñido de gris hace unos meses, me aburría siempre tener el mismo color de pelo, así que me arriesgué y me lo cambié.

-Y muy sexy- Agregó.

-Manoban- Escuché a mi mamá desde la puerta.

Lisa rió nerviosa e hizo una reverencia hacia mi mamá.

-Mamá- Dije mirándola con reproche.

Mi mamá rió. Bajamos al salón y decidimos salir a comer para "festejar" la vuelta de Lisa.