capitulo 32

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Chaesoo.

Después de dejar a Lisa en el trabajo y a Nini en su casa, me dirigí a mi casa. Golpeteaba mis dedos en el volante al ritmo de la música. Mientras manejaba camino a casa, recibí una llamada de Rosé.

-¿Hola?- Dije.

-Jisoo- Dijo Rosé sollozando- ¿Puedo ir a tu casa?- Dijo con un hilo de voz.

-¿Que pasó? ¿Dónde estás?- Pregunté preocupada.

-Por favor- Rogó.

-Claro, claro- Dije sin saber bien que decir.

La llamada se cortó y manejé mas rápido a mi casa. Luego de unos minutos llegué a mi casa y el auto de Rosé estaba ahí. Me bajé rápidamente y ella hizo lo mismo. Estaba hecha un desastre de lágrimas, parecía que no podía controlar su respiración y eso la ponía mas nerviosa. Se lanzó a mis brazos y la abracé fuertemente, haciéndole entender que estaba ahí. Escondió su rostro en la curvatura de mi cuello y se apretó mas a mi.

-¿Que pasó?- Pregunte en voz baja luego de unos minutos en silencio.

-Me junté con el productor- Dijo un poco más tranquila- Pero no estoy segura de si soy capaz de hacer esto- Dijo y los ojos se le volvieron a llenar de lágrimas.

Tomé su rostro entre mis manos y la miré dulcemente.

-Mira, nos conocemos hace poco, y por lo poco que pude ver, eres súper talentosa. Podrás hacerlo, eres totalmente capaz, yo creo en ti- Dije.

Me miró y volvió a abrazarme fuertemente.

-Gracias- Susurró.

Acaricié su espalda y entramos a mi casa, ya que seguíamos en la calle.

-Siento haberte llamado así- Dijo después de que entráramos- Fuiste la primera persona que se me vino a la mente.

-Esta bien- Dije sirviéndole jugo.

-Wow- Dijo mirando mi tatuaje.

-¿Te gusta?- Pregunté.

-Mucho- Dijo.

Sonreí, me agradaba el hecho de que a Rosé le gustara mi tatuaje.

-¿Puedo mostrarte algo?- Preguntó.

-Claro- Respondí.

Rosé sacó su celular y buscó algo en el, para luego pasármelo.

Era una grabación que tenía como nombre "Solo". Presioné el botón y una dulce melodía comenzó a sonar. Segundos después, la voz de Rosé acompañó la melodía. Su voz era dulce, tranquila, pero en la parte del rap se volvió más profunda. La canción terminó y levante la cabeza, encontrándome a Rosé un poco sonrojada.

-¿Y?- Preguntó.

-Eso fue increíble Rosé, de verdad- Dije impresionada.

Y no mentía, la canción era increíble.

-¿De verdad?- Preguntó con los ojos brillantes

-Claro que si, me encanta- Dije sinceramente- Me siento privilegiada de escuchar una canción de una futura estrella.

Rosé rió.

-¿Se la mando al productor?- Me preguntó.

-Claro que si, es una canción muy buena como para ser desperdiciada- Dije y ella volvió a reír- ¿Puedo escucharla de nuevo?- Pregunté.

Ella asintió entre risas y yo volví a escuchar la canción. Luego de que escuchara la canción por tercera vez, decidimos salir a caminar. Llevé a Dalgom con nosotras, ya que había insistido en no soltar mi dedo hasta que lo lleváramos.

-¿Tienes mascotas?- Le pregunté a Rosé.

-Si, tengo dos perros, Kuma y Kai- Dijo.

-¿Vives sola?- Volví a preguntarle.

-Ahora si, hasta hace menos de un año vivía con mi mama, pero ella se quedó en Nueva Zelanda- Dijo.

Asentí con la cabeza y levanté mi mirada, dirigiéndola hacía una heladería.

-¿Quieres un helado?- Le pregunté.

-Claro- Dijo.

Tomé su mano y nos dirigimos hacia la heladería. Entré yo sola ya que ella se había quedado afuera con Dalgom. Pedí los helados, y cuando estaba por irme, el chico que me atendió me dio un papel para luego giñarme el ojo. Rodeé los ojos y salí. Le entregué el helado a Rosé y comenzamos a caminar de nuevo.

-¿Qué te dio el chico?- Preguntó Rosé.

-No se, su número, creo- Dije desinteresada.

No era la primera vez que alguien me daba su número sin conocernos, era bastante normal ya.

-No parece importarte- Dijo.

-No me importa- Respondí y esta rió.

Caminamos por un largo rato hasta que empezó a oscurecer y tuvimos que volver. Mientras llegábamos a mi casa, escuchamos unos ruidos detrás nuestro, por lo que nos asustamos. Pude notar a Rosé asustada, por lo que me acerqué mas a ella y pasé mi brazo por sus hombros, en un intento de calmarla. Miré disimuladamente hacía atrás y no vi a nadie, pero sin embargo no solté a Rosé. Volví a mirar y ahora vi a una persona bastante alta, con una capucha y las manos en los bolsillos. Pude divisar mi casa a lo lejos, por lo que le susurré a Rosé que comenzáramos a caminar más rápido. La persona detrás nuestro empezó a caminar más rápido, haciendo que nos asustáramos mas. Vi a Jin en la puerta de mi casa, así que le grité.

-¡Jin!- Exclamé.

Se dio vuelta y se acercó rápidamente a nosotras, haciendo que el hombre que nos seguía, se fuera.

-¿Están bien?- Preguntó.

Las dos asentimos y entramos a casa.

-No puedes irte Rosé, es peligroso- Dijo Jin cuando entramos.

-No quiero molestar- Dijo la mas bajita.

-No molestas, quédate a dormir- Dije.

-¡Hyung!- Se escucho a Jeong-in, gritar desde su habitación.

Rosé sonrió levemente y Jin me lanzó una mirada fugaz antes de ir a donde Jeong-in,.

-Eso estuvo cerca- Dije.

-Si- Contestó - Sigo un poco asustada.

Me acerqué un poco a ella y tiré de su brazo para abrazarla. Acaricie su pelo suavemente y ella suspiró. Subimos a mi cuarto y ahí pasamos el resto de la noche, solamente salimos cuando Jin nos llamó para comer.

Algo surgía entre nosotras.

Mi Mejor Retrato JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora