Capítulo 10

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Chiara espera a que las preguntas se calmen antes de responder con calma.

—Hace poco más de un mes. No sé por qué no hemos hablado de esto. ¿Simplemente no ha surgido? Y um, nos conocimos... um... bueno, nos conocimos en el metro.

—En realidad se acostaron ese primer día a la hora de conocerse. —añade Ruslana.

El coro de jadeos y chillidos es ensordecedor.

—Gracias, Rus —dice Chiara con rigidez—. Y fue... más de una hora.

—¿Más de cinco horas?

Chiara decide que es mejor no responder a la pregunta de su amiga.

—No sabía que fueras así —dice Álvaro, sonando asombrado.

—Y está forrada —dice Ruslana—. Creo que podría ser millonaria. Tiene un piso de dos habitaciones en el barrio más rico.

Paul suelta un silbido bajo e impresionado.

—Vale, ahora sí que necesito saber quién es. ¿Cómo conoce a Juanjo? —Martin estrecha los ojos—. No es una ex, ¿verdad?

—No, una compañera de trabajo. Um, Violeta.

—¿Violeta? —Martin repite, con la confusión evidente en su rostro—. ¿Quién es...? Espera, ¿te refieres a Violeta Hódar?

Chiara asiente.

—Sí, es ella.

—Um, Chiara —dice Martin lentamente—. Violeta no es la compañera de trabajo de Juanjo. Es su jefa.

—Oh, vale.

La información tarda un poco en procesarse en la cabeza de la chica, así que el del bigote intenta explicarlo. 

—No, Chiara, Juanjo trabaja para la revista de Violeta. Ella es la dueña de la empresa. No es solo millonaria, es multimillonaria.

Esta vez, sólo hay silencio. Es Omar quien reacciona primero.

—Lo siento, ¿has dicho 'multimillonaria' con 'Multi'?

—Mierda. —dice Álvaro.

De nuevo, Paul abre la boca.

—¿Qué?

—Vaya —murmura Ruslana—. De repente esa habitación de dos dormitorios en el centro de la ciudad parece normal.

—Violeta no es multimillonaria —dice Chiara, empezando a sentirse un poco mareada—. Ella toma el metro todas las mañanas. Los multimillonarios van en limusina.

Martin parece atónito.

—¿Cómo no lo sabías? ¿No buscas en Google a la persona con la que te acuestas?

Está claro que la respuesta es no.

Chiara sólo puede dar un encogimiento de hombros.

Martin saca su teléfono. Busca a Violeta Hódar, saca un perfil del periódico y se lo enseña a sus amigos. Hay una foto de Violeta en la parte superior, con la leyenda:

Violeta Hódar, una de las multimillonarias más jóvenes del mundo.

—¿Ves? Multimillonaria con Multi.

—Oh, Dios mío —jadea Chiara en voz baja mientras la realidad empieza a asimilarse lentamente.

—¿Esa es Violeta? —Ruslana señala con un dedo la foto. Chiara asiente débilmente—. Vaya. Vale. Um. Muy bien entonces.

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