Recomendación: no leer en público
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El sol de la tarde acariciaba los rincones de aquel apartamento, tiñendo las paredes de tonos cálidos y llenando el espacio con una atmósfera acogedora.
La medio inglesa, con un delantal de cocina, se movía con gracia entre los fogones, preparando una cena especial para celebrar otro día juntas.
El aroma de las especias y hierbas frescas llenaba el aire, envolviendo la estancia en una atmósfera reconfortante. Chiara tarareaba una melodía suave mientras removía la salsa con cuidado, disfrutando del ritual de preparar la comida para su pareja. Era en estos pequeños momentos cotidianos donde encontraban la verdadera felicidad, en la sencillez de compartir el día a día y construir juntas un hogar lleno de amor y complicidad.
Finalmente, el timbre sonó, interrumpiendo la armonía de la cocina. Chiara, con una sonrisa, apagó el fuego y se limpió las manos antes de correr hacia la puerta. Al abrirla, se encontró con Violeta, quien regresaba del trabajo con el cansancio marcado en su rostro, pero una chispa de alegría en sus ojos al ver a su amada.
—¡Hola, cariño! —exclamó Chiara, abrazando a Violeta con ternura.
—Hola, amor —respondió Violeta, devolviendo el abrazo con cariño—. ¿Qué tal te ha ido hoy en el conservatorio?
—Ha sido un día tranquilo. He estado componiendo como siempre, y he avanzado mucho en "Cada Vez" —dijo Chiara, guiándola hacia la mesa del comedor—. ¿Y tú? ¿Cuántas noticias importantes has publicado?
Violeta suspiró, dejando caer los documentos sobre la mesa y permitiéndose relajarse por fin.
—Tres titulares, ha sido agotador. Pero verte al llegar a casa hace que todo valga la pena. —confesó, mirando a su chica con amor.
Chiara sonrió y le dio un beso suave en los labios antes de indicarle que se sentara a la mesa.
Mientras Violeta se acomodaba, la inglesa regresó a la cocina y regresó con un plato exquisitamente preparado.
—Para ti, mi amor —dijo Chiara, colocando el plato frente a la pelirroja con una sonrisa—. Espero que te guste.
Violeta miró el plato con admiración, sorprendida por la delicadeza y el esmero que la ojiverde había puesto en la cena. Se sentía afortunada de tener a alguien como ella a su lado, alguien que siempre estaba dispuesta a hacerla feliz incluso en los momentos más difíciles.
—Kiki, esto se ve increíble —admitió Violeta, tomando un tenedor y probando con cautela el primer bocado—. Y sabe aún mejor.
Chiara sonrió, feliz de ver a su novia disfrutar de su cocina. Pero sabía que aún quedaba una sorpresa más para ella. Una sorpresa que esperaba aliviar el estrés de su día de trabajo. Con una sonrisa traviesa, se levantó de la mesa y se colocó detrás de la pelirroja.
—Mhmm, te ves muy tensa, amor. —exclamó mientras masajeaba la espalda de su novia.
La pelirroja suspiró, la molestia desapareciendo poco a poco. —Sí, un poquito.
Chiara detuvo sus movimientos y se posicionó delante de su novia.—¿Me dejarás arreglarlo?
—Pues claro. Das los mejores masajes, Kiki.
La pelinegra se rió al ver que Violeta no la estaba entendiendo.
Chiara's POV
Simplemente la besé. Ella respondió mi beso casi inmediatamente con una pasión que solo se encontraba entre nosotras dos. Introduje mi lengua para darle una indicación de hacia donde quería llegar.
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BENEFICIOS | kivi
FanfictionUn día, dos chicas se encuentran en el metro. Violeta, que acaba de ser abandonada, se está recuperando de un corazón roto, y Chiara está lidiando con la relación abierta que mantiene con su novia a distancia. Deciden que van a ser amigas. El tipo...