Amor en tiempo de elecciones | JJK & KTH

Capítulo 21: Espero que sepas pelear

Jungkook 12:00

TIENE EL PELO NEGRO.

NEGROOOOO.

ME QUIERO TIRAR DE UN PUENTE.

Yoongi 12:01

¿Es eso malo?

¿No te gusta cómo se ve?

Hoseok 12:01

Jungkook, con todo respeto, pero espero que sepas pelear.

Porque voy a pelear para conseguir semejante bombón.

Jimin 12:02

Maldito idiota, ¿por qué debe ser tan guapo?

Su taza de café resbaló de sus dedos tan solo verlo.

Tan guapo.

Tan elegante.

Tan él.

Ahoga un grito en la almohada cuando su mente le recuerda que jamás será suyo. Creía que su rehabilitación anti-Taehyung estaba saliendo estupendamente, pero luego aparece con él siendo tan él y recae como un idiota.

Toma su móvil y sus dedos caen en el contacto de Taehyung. No puede revisar sus pocas conversaciones, porque las sabía de memoria. No sabe porqué lo hizo, pero ahí estaba. A los pocos segundos nota la nueva fotografía del chico. Se va de inmediato a mirarla, y suelta un lamento exagerado que lo deja acostado en la cama. Era una imagen de hoy, con una margarita entre la oreja que contrastaba abruptamente con su atuendo y pelo negro.

Decide guardarla para propósitos de tortura en un futuro cercano.

En ese momento una llamada le distrae. Suelta un suspiro de cansancio al ver que se trata de Soo Hyuk. Eran amigos de años. Su madre y el ministro de salud —padre de Soo Hyuk— solían ser uña y mugre hasta el caso «Kang». Jungkook solía jugar con el chico en sus años de niñez. En la adolescencia se transformó en algo extraño, compartiendo algunos besos escondidos en el despacho de su madre en la mansión Jeon. En la adultez, lo ayudó a sentirse un poco más libre, pero se perdió en el proceso. Y por eso es que Jimin le odia. Yoongi y Hoseok también, pero en silencio.

No le veía desde que decidió irse a otro país hace dos años atrás. Era mayor que él por unos pocos años, por lo que se encontraba trabajando en el extranjero. No le interesaba demasiado, honestamente. Pero, por honor a los años de amistad entre ambas familias y la de ellos, le otorgaba un poco de su tiempo para conversar. En ocasiones sentía otro tipo de intenciones de su parte, pero es prácticamente imposible tomar atención a esas insinuaciones cuando Taehyung revolotea por la universidad viéndose de la forma que lo hacía.

Puede que haya sido rechazado de una forma brutal, pero él era fiel a ese rechazo.

Espera a que Soo Hyuk se aburra de marcar a su móvil, porque no responderá. No tiene ganas después de que este insinuara que Taehyung está enamorado de otra persona. Puede que fuese verdad, pero esa verdad se la diría él mismo, no otras personas.

Antes de dormir, pone la fotografía que se robó de Taehyung de fondo de pantalla en su móvil. ¿Sus amigos le reclamarán? Sí. ¿Le importaba? Para nada. Él solo es un idiota enamorado.

[...]

El día sábado llega más rápido de lo esperado, y tiene cero ánimo de salir de la cama, pero debe hacerlo porque adora tener su cuello intacto. Esta vez decide no ir de traje de dos piezas, sino que elige algo más sencillo, sin perder la elegancia. Un jersey de cuello cisne negro le ayudaría. Para evitar los sacos, decide agregar un abrigo gris, para romper un poco todo el negro del atuendo, sin salir de las tonalidades oscuras. Decide cambiar sus aretes por unos plateados. Y, mientras se mira al espejo, piensa en lo bien que se vería un piercing en su labio. Alza las cejas cuando la idea le gusta mucho.